OBRAS. En imágenes, los tucumanos que asistieron pudieron conocer gestos e historias de la cultura rusa,
Dina Oyún, representante de la Casa Rusa en Buenos Aires, descubrió en Tucumán paisajes que le recordaron a su lejana tierra natal. En su primera visita a nuestra provincia, la diplomática compartió música, ciencia, cine y muchos vínculos humanos. Según sus propias palabras, aquí vivió una experiencia profundamente significativa, tanto en lo personal como en lo institucional.
“Me gustó muchísimo la hospitalidad de la gente, su nivel de inteligencia, de conocimiento de su historia y el orgullo con el que hablan de su provincia”, expresó Oyún en declaraciones a LA GACETA en un español casi perfecto.
De cabello rubio y sonrisa amable, ella fue quien encabezó una serie de actividades culturales, educativas y científicas organizadas junto a la Universidad Nacional de Tucumán (UNT) con el objetivo que construir vínculos en un mundo donde las distancias geográficas son cada vez menos importantes, pero las culturales se mantienen.
Durante tres días intensos, se abrieron espacios donde Oyún pudo mostrar pequeños retazos del país que la vio nacer, se propuso la firma de convenios para un trabajo que cree lazos entre los suyos y los nuestros, y también muestras artísticas, y encuentros musicales para amenizar la visita.
El calendario coincidió con la víspera del Día de Rusia, una fecha de gran relevancia para el pueblo ruso, que recuerda la declaración de soberanía nacional tras la disolución de la URSS, y que representa un símbolo de renovación y unidad para esa federación.
Viaje cultural
Uno de los momentos más importantes fue la inauguración de la exposición “Pueblos de Rusia” en el Centro Cultural Virla. Oyún estuvo presente en la muestra vestida con su traje nacional, con unos llamativos bordados geométricos en un rojo brillante, que recordaban a los motivos de brocados o tejidos típicos rusos usados en trajes de gala.
TRAJE TÍPICO. Oyún usó una vestimenta tradicional de su nación.
“Poco antes de este evento, tuve la oportunidad de visitar Tafí del Valle. Sus montañas, sus caminos sinuosos, hasta la vida de los pueblos originarios de allá, me conectaron con mi país”, relató. Se sorprendió por la similitud de ambas geografías.
La diplomática también se mostró muy satisfecha con su encuentro con pueblos indígenas tucumanos. “A los rusos nos interesa mucho la artesanía que se preserva aquí, porque nosotros mismos les prestamos mucha atención a las artes populares, a lo decorativo, a lo antiguo, y buscamos organizar algo en este ámbito”, indicó.
Ese paseo y luego la muestra sirvieron de prólogo para una charla cultural sobre la diversidad étnica rusa -más de 200 pueblos conviven en su territorio- y culminó con una presentación audiovisual del canto de garganta tuvano, una técnica ancestral que permite emitir múltiples tonos simultáneamente. “Es como si una sola voz fuera un coro”, explicó Oyún.
Arte y ciencia
La agenda también incluyó un torneo juvenil de ajedrez con más de 60 participantes y un saludo especial del gran maestro ruso Serguéi Kariakin. El encuentro fue organizado junto al Club 64 y coronado con premios enviados desde la Casa Rusa.
DONACIÓN. Se hizo entrega de libros en ruso a una biblioteca.
“Fue muy especial porque conseguimos el saludo de Kariakin -actual senador de la República de Crimea y récord Guinness como el más joven gran maestro del mundo- que entusiasmó mucho a todos los niños que participaron del campeonato”, afirmó.
Oyún no quiso olvidar que este torneo se realizó con la colaboración de la Facultad de Derecho de la UNT.
Por último, las melodías se transformaron en otro nexo entre naciones con un concierto multicultural, en el que la violinista Mariana Kazakova lideró un ensamble que sorprendió a Oyún.
“Su banda, Los Cosacos, incluye también músicos tucumanos que cantan en ruso. Interpretaron el himno de la República de Tuvá, lo que fue una gran sorpresa para mí. Mariana mostró una gran variedad de tradiciones musicales de Rusia, desde himnos hasta romances rusos, y se sumaron también bailes tradicionales argentinos, como la zamba, interpretados por una pareja profesional”, dijo Oyún.
CAMPEONES. Niños participaron de un campeonato de ajedrez.
En el ámbito académico, la visita también dejó resultados concretos con nuevos convenios firmados con la UNT.
“Ya tenemos siete convenios firmados con la Universidad Nacional de Tucumán, y trajimos dos más. Uno es un protocolo de intenciones con la Universidad de Medicina de Pavlov. Por ello visitamos la Facultad de Medicina, hablamos con el decano, y buscamos avanzar en el intercambio de estudiantes, profesores e instalaciones”, manifestó Oyún.
Entre los convenios también resalta el que se realizó con la Universidad Lingüística de Moscú. “Esperamos que a partir de septiembre estudiantes de Moscú vengan a Tucumán por unos tres o cuatro meses, probablemente acompañados por una profesora”, adelantó.
Finalmente, la diplomática destacó la cooperación en salud pública, con énfasis en el estudio de enfermedades respiratorias relacionadas con la calidad del aire, una preocupación común para ambas regiones.
Cine en órbita
La visita culminó con la proyección de “Desafío”, la primera película grabada en el espacio, protagonizada por la actriz rusa Yulia Peresild. “Todo lo que se ve es real. Incluso se distingue la Tierra desde las ventanas de la nave”, comentó Oyún.
Fue un cierre simbólico de una semana que, como el cine ruso en gravedad cero, buscó traspasar fronteras.
“Me llevo una impresión muy positiva. Aquí trabajamos muy concretamente, con aliados como el rector Sergio Pagani y otras figuras locales comprometidas en construir lazos duraderos. Lo que buscamos es eso: puentes que unan nuestras culturas y nos enriquezcan mutuamente”, concluyó.
En una actualidad en la cual el mundo parece dividirse por muros invisibles, encuentros como este recuerdan que la cultura, el arte y la ciencia pueden ser los puentes más sólidos.







