12 Junio 2025
La ansiedad lógica que genera cada mercado de pases se empieza a sentir en La Ciudadela. A medida que se acerca la reanudación del torneo, los hinchas esperan con expectativa las novedades en cuanto a incorporaciones. Sin embargo, por ahora reina la cautela. La posible llegada de Nicolás Castro aparece como la primera buena noticia, sin embargo aún no hay firmas ni anuncios oficiales.
Más allá de esa negociación que parece encaminada, el mercado no ha traído aún nombres confirmados, y eso se percibe en el discurso sereno del cuerpo técnico. Ariel Martos lo dejó en claro: no hay urgencias, y sí mucho respaldo a un plantel que cerró la primera parte de la temporada como uno de los mejores de la zona A.
“Hasta acá no hay nada confirmado. Vamos a esperar”, dijo el DT cuando fue consultado sobre posibles refuerzos. La frase, aunque sencilla, esconde una postura clara: San Martín no va a salir a incorporar por incorporar, y cualquier jugador que llegue deberá ajustarse al funcionamiento ya aceitado que el cuerpo técnico viene puliendo desde el inicio del año. “Estamos completos con el plantel que tenemos. Este grupo nos dio la posibilidad de ser protagonistas y de estar arriba todo el tiempo. Por eso, los jugadores que vengan tienen que saber que van a venir a ganarse un lugar”, agregó Martos, en un mensaje que apunta tanto puertas adentro como hacia afuera.
La valoración del grupo actual no es casual. San Martín cerró la primera mitad del campeonato como uno de los animadores, con una propuesta que se sostiene tanto de local como de visitante. El cuerpo técnico no solo está conforme con el rendimiento, sino que cree que el crecimiento del equipo puede continuar incluso sin una revolución en el mercado.
“Tenemos muchas expectativas. Va a ser un semestre tan o más difícil que el primero. Hay que, mínimamente, repetir lo que hicimos en la primera parte del campeonato”, advirtió el entrenador. La frase no es menor: el segundo tramo del torneo suele ser más cerrado, más físico, y con rivales que ya no perdonan errores.
Para afrontarlo, el “Santo” realizó una especie de mini pretemporada durante el receso. El plantel trabajó en el complejo Natalio Mirkin, alternando tareas tácticas con ejercicios de alta intensidad. No hubo amistosos formales, pero sí mucho trabajo de base. “Aprovechamos para pulir algunos detalles. Creo que estamos bien. Vamos a enfrentar a un Almagro que viene en racha, sin perder. Tenemos que afrontarlo de la mejor manera”, explicó Martos, pensando ya en el duelo de este sábado.
En esa línea ratificó el sello que su equipo busca imponer desde el arranque del campeonato. “Siempre salimos con la misma propuesta, de local y de visitante. Hay que seguir intentando ganar en casa”, destacó. Esa identidad —de presión alta, protagonismo y circulación— es una de las marcas de este San Martín.
La expectativa por el reinicio del torneo se mezcla con la lógica tensión del mercado de pases. Aunque todavía hay margen para que lleguen nuevos futbolistas, en el cuerpo técnico insisten en que las incorporaciones serán quirúrgicas. Castro, si se concreta, aportará jerarquía, desequilibrio y una cuota de experiencia, pero también deberá adaptarse a un grupo que ya tiene su química y su liderazgo repartido.
La CD sigue trabajando en la búsqueda de más refuerzos
En paralelo, no se descartan más movimientos. La dirigencia sigue atenta a algunas oportunidades puntuales, especialmente en ofensiva. Pero el mensaje es claro: no se buscarán soluciones mágicas ni refuerzos por presión externa.
San Martín llega al reinicio del campeonato con una base sólida, un cuerpo técnico convencido y un plantel que tiene claro lo que busca. La idea es mantenerse en los puestos de arriba y sostener el sueño del ascenso sin perder el rumbo.
La pelota vuelve a rodar el sábado en La Ciudadela. Mientras tanto, el “Santo” ajusta detalles, espera por Castro, y camina con paso firme, sin apuros pero con la misma ambición que lo obliga siempre.
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