11 Junio 2025
La edición 2025 del Mundial de Clubes marcará un nuevo formato con 32 equipos, pero también tendrá el debut de una pelota con tecnología avanzada, pensada para garantizar mayor precisión y evitar errores polémicos como el que tuvo como protagonista a Julián Álvarez en la última Champions League.
En aquel partido ante el Real Madrid, el delantero argentino convirtió un penal que luego generó controversia, ya que el remate fue ejecutado de forma involuntaria con ambos pies. Este tipo de acciones podrán ser detectadas con claridad en el nuevo torneo gracias al chip incorporado en el balón oficial, que recopila datos del movimiento, la velocidad y la posición exacta de la pelota en tiempo real.
Este balón inteligente estará en uso desde el partido inaugural entre Inter Miami y Al Ahly, y será protagonista en los otros 62 encuentros del certamen. La inclusión de esta tecnología busca evitar confusiones arbitrales y también optimizar la experiencia tanto para los jugadores como para el análisis técnico y el entretenimiento.
La clave de este sistema reside en la combinación de dos tecnologías de última generación: UWB (Ultra WideBand), que permite una localización extremadamente precisa, y IMU (Inertial Measurement Unit), que registra cada cambio de aceleración y rotación del balón, incluso en situaciones de alta complejidad, como rebotes o disparos potentes.
Además de mejorar la toma de decisiones en tiempo real, el uso de esta pelota con sensores también permitirá recopilar estadísticas detalladas y generar información útil para entrenadores, árbitros, comentaristas e hinchas.
Con este paso, la FIFA continúa profundizando el uso de herramientas tecnológicas para reducir el margen de error humano y aumentar la transparencia en el juego. Así, el Mundial de Clubes no solo será una vitrina para los mejores equipos del planeta, sino también un laboratorio de innovación para el fútbol del futuro.
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