11 Junio 2025
“ENEMIGOS”. Según Trump, Los Ángeles está siendo invadida por un “enemigo extranjero”, en referencia a las protestas contra las redadas.
LOS ÁNGELES, Estados Unidos.- La noticia de que cientos de marines se preparaban para desplegarse en Los Ángeles por orden del presidente Donald Trump generó más inquietud entre la población y escaló el enfrentamiento con California. Los 700 efectivos de élite desplegados desde la base de Twentynine Palms, en el sur del condado de San Bernardino, se suman a los 4.000 de la Guardia Nacional (supuestamente para proteger instalaciones y personal federal) amplían la militarización en la segunda mayor ciudad de Estados Unidos.
Los Ángeles es hogar de millones de residentes nacidos en el extranjero y de una enorme comunidad latina.
Considerada una “ciudad santuario”, es la más poblada del estado de California, donde residen 10,6 millones de inmigrantes -22% del total de nacidos en el extranjero en todo el país-, según un informe de enero de este año, publicado por el Public Policy Institute of California.
La política de “santuario”, aunque no definida oficialmente, refiere a estados, condados o ciudades que limitan su colaboración con las autoridades federales en la aplicación de leyes migratorias.
Contra los latinos
Pablo Groba es un argentino que se mudó hace más de una década a Estados Unidos e hizo una vida en Los Ángeles. Allá se casó, adoptó dos niños y obtuvo la ciudadanía. Sin embargo, la preocupación se le nota en la voz. “Mucha gente puede estar afectada”, dice, en un mensaje enviado a LA GACETA. Muchos pueden estar sin documentos, pero no necesariamente, aclara. “No importa en realidad si tenés papeles o no porque están agarrando gente que no tiene ciudadanía, pero tiene papeles para estar acá legalmente, que han hecho los procesos como corresponden”, lamenta.
Las medidas apuntan a la gente “de color”, entre ellos, sobre todo, a los latinos, “el que no sea blanco, el que viene de México o el Centroamérica”, relata Groba.
El enfrentamiento de Trump con el gobernador Gavin Newsom escaló desde el viernes, cuando el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) empezó redadas masivas en Los Ángeles y se desataron protestas en diferentes puntos de la ciudad.
El gobierno estatal solicitó a la Justicia que bloquee con urgencia el despliegue de las tropas, en medio de protestas contra las redadas migratorias que ordena el gobierno federal, usualmente a cargo del ICE.
“Enviar combatientes de guerra a las calles no tiene precedentes y amenaza los fundamentos de nuestra democracia”, dijo el gobernador de California, Gavin Newsom. “Donald Trump se comporta como un tirano, y no como un presidente. Le pedimos a la corte que bloquee de inmediato estas acciones ilegales”, añadió.
La acción del gobierno de California se produce a medida que aumenta el número de militares patrullando el centro de Los Ángeles, escenario de protestas desde el viernes. Las manifestaciones han sido puntuales y en su mayoría pacíficas, con excepción de algunas tiendas y vehículos vandalizados.
SOLIDARIDAD. “Por todos los migrantes trabajadores y estudiantes”.
Las autoridades locales insisten en que la situación está bajo control, pero Trump decidió el envío de 4.000 efectivos de la Guardia Nacional y de 700 marines, lo que alimentó las protestas el lunes y avivó la batalla política entre el gobierno demócrata del estado y la administración federal republicana.
En cada detención hay una historia y la inquietud se extiende hasta el último rincón de la comunidad latina de esa ciudad enorme y diversa que es Los Ángeles. “Aunque yo soy ciudadano y mis hijos también, lo vivimos con mucho temor y con mucha ansiedad porque nos afecta directamente. Nos afecta por toda la gente que conocemos y afecta a la comunidad laboralmente”, advierte Groba, que tiene una pequeña empresa en Los Ángeles.
Las protestas y el miedo a las redadas no solo han encendido alertas sociales y políticas. También han generado incertidumbre sobre el desarrollo de la Copa Oro 2025 y el Mundial de Clubes 2025, dos eventos deportivos de escala internacional que tendrán como una de sus sedes la ciudad angelina en los próximos días.
“Me contaron varios padres -de la comunidad educativa de sus hijos, cuenta Groba- que están vendiendo las entradas superbaratas porque la gente no va. El latino es el que juega y el que el que va a ver fútbol y, obviamente, no quiere ir a ningún lado”.
Hay miedo y preocupación, y por ello la comunicación dentro de la comunidad latina es permanente, explica: “El viernes vinieron patrullas de inmigración a muchísimos lados de Los Ángeles y estábamos todos mandando mensajes: ‘mira que hay gente allá, pasa la voz, que no vayan, que no pasen por esos lugares’”.
Las autoridades de California enfatizan que la mayoría de los manifestantes fueron pacíficos y el estado es capaz de mantener el orden sin la intervención federal.
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