Atentados políticos, un mal recuerdo que revive en Colombia

Atentados políticos, un mal recuerdo que revive en Colombia

BALAZOS. Miguel Uribe está grave.
09 Junio 2025

BOGOTÁ, Colombia.- El recuerdo de las peores épocas de la violencia política volvió a recorrer Colombia: los atentados contra aspirantes a la presidencia como Miguel Uribe, un senador de derecha baleado durante un acto. El atentado, ocurrido el sábado, revive una trágica serie que inició con el asesinato de un líder liberal en 1948. Luego, entre 1987 y 1990, cuatro candidatos a presidente cayeron víctimas de ataques de sicarios aparentemente pagados por capos de la cocaína que le declararon la guerra al Estado y la democracia.

Esos casos involucraron al fallecido Pablo Escobar y otros narcotraficantes, dirigentes políticos y agentes del Estado aliados. En esa época, las víctimas eran líderes de izquierda y progresistas.

Ahora, se trata de un senador de derecha y conservador, de 39 años, que meses atrás anunció su aspiración de reemplazar al presidente Gustavo Petro en las elecciones de 2026.

Aunque oficialmente no inició la campaña, se reunía en un barrio popular con posibles votantes. Cuando tenía micrófono en mano, cayó herido por tres disparos, según el personal médico que lo atendió en el lugar. Un joven de 15 años, fue detenido como autor del disparo.

Repetición

“La historia se repite y nuestro deber es detener esa repetición”, dijo Petro, señalado como responsable por sectores de la derecha, que lo acusan de promover mensajes de odio contra la oposición, a la que él denuncia como oportunista.

“Los grandes hitos políticos en Colombia han estado marcados por la violencia. Ha sido una característica que nos ha llevado de una década a otra”, dice Laura Bonilla, investigadora del centro de estudios Fundación Paz y Reconciliación.

En 1948, el líder liberal y candidato presidencial Jorge Eliecer Gaitán cayó desplomado en una avenida de Bogotá víctima de tres disparos. Ese asesinato sumió al país en una oleada de violentos disturbios y marcó el inicio de una era de violencia bipartidista entre liberales y conservadores.

Cuatro décadas después, la sangre siguió corriendo: fueron asesinados el comunista Jaime Pardo Leal (1987), el liberal Luis Carlos Galán (1989) y los izquierdistas Bernardo Jaramillo y Carlos Pizarro (1990), comandante guerrillero que firmó la paz.

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