La sensación del frio con la que nos congelamos no se limita exclusivamente a los seres humanos, nuestras mascotas también pueden sentir ese frio como nosotros. Incluso hay animales que están más protegidos biológicamente que otros debido a pelajes, estaturas y contexturas físicas.
Surge la duda sobre necesitar otro abrigos, una protección extra del frio de las noches, con el roció y el viento helado. Nuestro perro puede sufrir el mismo frío que los humanos e incluso peor, pero todo dependerá de sus particularidades.
Según una veterinaria: estos perros no necesitan abrigo
La creadora de contenido María “Vetican” compartió en TikTok información útil sobre el uso de abrigos en perros durante el invierno. Según explicó, no todos los canes están preparados para soportar las bajas temperaturas, a pesar de la creencia común de que su pelaje los protege por naturaleza. Aclaró que esta idea no aplica de forma universal, ya que cada raza y contexto requiere cuidados diferentes.
En su video, Vetican señaló que algunas razas como los perros nórdicos, los border collie y aquellos con pelaje espeso y con doble capa no necesitan abrigo adicional en climas fríos. Estas razas cuentan con una protección natural que les permite conservar el calor corporal. Por lo tanto, abrigarlos en invierno podría incluso resultar contraproducente para su regulación térmica.
Qué perros sí necesitan abrigo según Maria Vetican
Según la especialista, los perros con poco pelaje carecen de la protección natural necesaria para enfrentar las bajas temperaturas. Además, si el animal fue sometido a cortes de pelo antes del invierno, su piel quedará más expuesta al frío. Por estas razones, se recomienda que estos perros utilicen abrigos para mantenerse cálidos. Más allá de estas características, María aconseja observar el comportamiento del perro para detectar señales de incomodidad.
Si un perro tiembla, camina con rigidez o busca constantemente lugares cálidos, es una clara señal de que necesita abrigo. “Es algo de sentido común”, afirmó la especialista, remarcando la importancia de la atención al entorno del animal. En caso de duda, siempre es mejor consultar con un veterinario de confianza que pueda hacer una evaluación más precisa. Gracias a su conocimiento, el profesional podrá brindar la recomendación más adecuada para cada caso.








