08 Junio 2025
Uno de los problemas más comunes en los teléfonos es el agotamiento rápido de la batería. Si bien muchas veces se culpa al desgaste del dispositivo, lo cierto es que algunas aplicaciones pueden ser las verdaderas responsables del bajo rendimiento energético. Afortunadamente, existen formas sencillas de identificar a las más demandantes.
El primer paso para saber qué apps están afectando el consumo es ingresar al menú de configuración del teléfono. Tanto en Android como en iOS, este apartado se reconoce fácilmente por el clásico ícono de engranaje. Una vez dentro, hay que buscar la sección vinculada al estado de la batería.
En dispositivos Apple, esta función aparece bajo el nombre “Batería”, mientras que en Android puede variar según la marca, con nombres como “Cuidado del dispositivo”, “Batería” o “Batería y rendimiento”. Allí se despliega un informe detallado del uso reciente de energía, incluyendo gráficos que muestran cómo se ha consumido la batería desde la última carga completa.
En el caso de iOS, el usuario puede alternar entre datos de las últimas 24 horas o de los últimos 10 días. Además, el sistema diferencia entre el tiempo de uso con pantalla encendida y el funcionamiento en segundo plano, ofreciendo así una visión más clara del uso real. En Android, es habitual que se muestre una lista con los porcentajes de consumo por cada aplicación, lo que permite detectar rápidamente cuáles son las más exigentes.
Esta lista suele revelar algunas sorpresas: apps que apenas se abrieron durante el día pueden figurar entre las que más batería consumieron. Entre las más habituales están los servicios de mensajería, las plataformas de streaming y algunas herramientas de edición, incluso si su uso no fue intensivo.
Una vez identificadas las aplicaciones que más afectan la autonomía del dispositivo, se pueden aplicar algunas acciones simples para reducir su impacto:
- Cerrarlas completamente si no se están utilizando.
- Desactivar permisos innecesarios, como el acceso constante a la ubicación.
- Restringir las actualizaciones automáticas en segundo plano.
- Activar el modo ahorro de energía, si el dispositivo lo permite.
- Eliminar apps que ya no sean útiles.
- Revisar regularmente el consumo energético es una práctica recomendable para extender la duración de la batería y mejorar el rendimiento general del teléfono. Al conocer qué aplicaciones son más demandantes, es posible tomar decisiones informadas que impacten positivamente en la experiencia de uso.
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