FELIZ. Rodrigo Herrera se retiró con una enorme sonrisa del Madre de Ciudades. Foto de Gonzalo Cabrera Terrazas/LA GACETA.
Con la medalla de campeón colgando del cuello y una musculosa blanca con la frase “Con Cristo todo lo puedo”, se alejó del campo de juego del estadio Madre de Ciudades. La escena, cargada de simbolismo y emoción, fue el cierre perfecto de una noche inolvidable tanto para Platense como para uno de los hombres clave en esta consagración: Rodrigo Herrera.
El histórico título del “Calamar” en el fútbol argentino tuvo protagonistas decisivos, y entre ellos brilló el volante central que fue el equilibrio del equipo durante toda la temporada. Herrera, con 18 partidos jugados, se convirtió en una de las piezas fundamentales del proyecto, aportando carácter, temple y una conexión profunda con la historia.
Su presente exitoso convive con un pasado que lo marcó para siempre: San Martín de Tucumán. Desde su salida en 2022, tras 51 partidos, un gol y una asistencia, Herrera nunca ocultó su agradecimiento hacia el conjunto de Bolívar y Pellegrini ni su amor por el club y su gente. Aunque luego volvió a Defensa y Justicia, su vínculo con los hinchas del “Santo” sigue intacto.
“Es algo histórico. En lo personal, estoy muy contento, por la historia del club, por llevar la copa a Saavedra. Muy feliz”, dijo apenas finalizado el encuentro. Y sobre San Martín, no se olvidó. “Siempre me mandan mensajes. Es un cariño mutuo, la verdad, y siempre los voy a llevar presentes porque me marcaron de por vida. Las palabras que dije son lo que siento, y ojalá este año puedan lograr ese tan ansiado ascenso”.
Herrera también explicó qué hizo posible este logro para el conjunto de Vicente López. “Fue por la personalidad del grupo, por la actitud, por los huevos. Ahora vamos a festejar en el hotel, comer algo con la familia, que vino toda. Vamos a ver cómo sigue todo”, expresó.
"Era un objetivo muy lejano y pudimos lograrlo", aseguró Herrera
Más allá de las estadísticas, Herrera dejó una huella futbolística y emocional en esta campaña. “Era un objetivo muy lejano y pudimos lograrlo. Me explota el pecho de alegría. Compartir esto con mis seres queridos y con Dios es algo especial. Quedar en la historia del club nos llena de orgullo”, resumió.
Hoy celebra en lo más alto del fútbol argentino, pero su corazón guarda un lugar especial para aquellos que lo vieron crecer. Herrera es campeón con Platense, pero también se acuerda de San Martín.







