Sin ninguno de los Alpine en la Q2, el plan de la escudería francesa sufrió la primera mala noticia en la octava fecha de la Fórmula 1 que se disputa en Mónaco. La estrategia venía bien encaminada hasta el tercer entrenamiento: los dos autos sin daños, con posiciones respetables para dar batalla en la clasificación y en ocasiones logrando lo que se buscaba en la prueba previa a la final de mañana, programada para las 10.
En la carrera clasificatoria el plan quedó trunco. La meta era que al menos Pierre Gasly (con el auto titular era lo ideal) o Franco Colapinto avanzaran a la Q2 de modo de tener a una de las máquinas largando entre los 15 primeros. Finalmente, los dos Alpine saldrán en el lote de los cinco últimos: Gasly 17° y Colapinto 18°.
En ningún deporte que implique una largada, lógicamente, nunca es bueno salir desde el último lugar. Sin embargo, en el automovilismo sea cuál sea la categoría o la máquina (con o sin techo), se puede identificar una buena posición en la grilla dependiendo las características del autódromo. Con ese criterio si hay un trazado en el que no se debería ocupar los últimos puestos, es en el de Mónaco por lo que mañana, la final a 78 vueltas, será complicada al máximo para Colapinto y su compañero.
Mónaco es famoso por ser un circuito urbano extremadamente estrecho y con curvas muy cerradas. Las estadísticas muestran que es el trazado con la menor cantidad de adelantamientos por carrera. Dada la extrema dificultad para adelantar, la probabilidad de sumar puntos desde el fondo es muy baja. Si un piloto logra la pole position, tiene una ventaja enorme para controlar la carrera desde el principio y mantener su posición. Lo mismo pasa del segundo puesto hacia abajo.
Los que parten desde las últimas posiciones en Mónaco quedan atrapados en una especie de tren de coches que en pocos circuitos suelen formarse, lo que condiciona el ritmo de carrera por el tráfico. Además de una estrategia de carrera más que perfecta, en el Principado los últimos cruzan los dedos para, al menos, ilusionarse con ser los primeros.
No es lo que se desea, pero si pasa, no se percibe negativo el ingreso de algún auto de seguridad o el flameo de una bandera roja. A menudo, los pilotos en las últimas posiciones se ven obligados a rodar muy por debajo de su potencial para no sobrecalentar los neumáticos y los frenos al ir tan pegados al coche de delante.
Reglamentación
Es importante destacar que para la temporada 2025, se implementó una nueva norma en Mónaco que obliga a los pilotos a realizar un mínimo de dos paradas en boxes y a utilizar tres juegos de neumáticos diferentes. Antes de esto, muchos pilotos hacían una sola parada, casi como una procesión.
Esta nueva norma podría, en teoría, abrir un poco más las estrategias, pero la dificultad para adelantar sigue siendo el factor dominante. Los pilotos de atrás seguirán pensando en esas oportunidades fortuitas para optimizar sus paradas obligatorias. Los que partirán mañana desde atrás están sentenciados a una carrera muy difícil, donde el resultado dependerá más de la fortuna y los incidentes de carrera que de la habilidad pura en pista o una estrategia brillante.