Cumplir más mandamientos es la misión en Mónaco

Cumplir más mandamientos es la misión en Mónaco

Luego de dos entrenamientos en el circuito callejero de Mónaco, la octava fecha del torneo se perfila como un desafío de alta precisión.

Desde que lo dijo, la frase quedó instalada como una ley no escrita. Flavio Briatore no necesitó bajar del Monte Sinaí para establecer sus propios mandamientos: “irás rápido, no chocarás y sumarás puntos”. Así, el empresario italiano fijó sus reglas para Franco Colapinto, el joven piloto argentino que debutó con Alpine en la Fórmula 1. En las primeras actividades del fin de semana en Mónaco, Colapinto cumplió con una de esas órdenes. Las otras dos, en cambio, quedaron pendientes y merecen ser analizadas.

Tomando como guía las palabras del empresario que impulsó su llegada a Alpine, Colapinto tuvo su primera prueba en Mónaco, sede de la octava fecha de la Fórmula 1. En las dos primeras sesiones del fin de semana, el piloto argentino de 21 años cumplió con uno de los tres mandamientos. No logró los otros dos, y eso abre la puerta a un análisis más profundo.

CONFORME. Colapinto y Briatore trabajan para obtener mejores resultados.

Primero, el mandamiento que sí cumplió: no chocar. Ni siquiera rozó el Alpine número 43. En un circuito tan estrecho como el callejero de Mónaco, ese logro no es menor. Incluso pilotos con más experiencia cometieron errores. Charles Leclerc, el local, calculó mal una curva con la Ferrari titular y se pasó de largo. Luego sufrió un toque de Lance Stroll con el Aston Martin, que le rompió el alerón delantero, aunque no le quitó rendimiento: terminó siendo el más rápido del día. Carlos Sainz, al volante de un Williams, también falló. Se salió de la trazada y tuvo que hacer marcha atrás para volver a pista.

Oscar Piastri primero tocó una contención, luego se pasó de largo y entró en una zona de escape. El líder del torneo también sufrió daños, aunque pudo continuar y fue segundo con su McLaren. Mónaco no perdonó ni al actual campeón mundial, Max Verstappen, que sufrió un despiste.

Colapinto, en cambio, cuidó la unidad. Fue conservador y no brindó espectáculo, pero no era el lugar indicado para hacerlo. Con ese mandamiento briatoriano cumplido… ¿qué pasó con los otros dos?

No fue rápido: terminó a más de dos segundos del tiempo de Oscar Piastri. Tampoco sumó puntos. En realidad, no había posibilidad de hacerlo: las prácticas libres no otorgan unidades en la Fórmula 1. Los puntos se reparten únicamente en la clasificación, en la carrera principal o en la sprint (hasta los 10 primeros). En resumen, ese mandamiento tampoco se cumplió, ni por Colapinto ni por Pierre Gasly.

Aun así, a mitad de la jornada, Briatore elogiaba a sus pilotos, en especial al argentino, que sigue siendo el foco principal de preguntas en el box. “Si miramos el domingo pasado (Imola), estaba haciendo tiempos similares a los de Gasly. Es la primera vez que tenemos a ambos autos tan cerca”, declaró el asesor —en los papeles—, pero director virtual del equipo en los hechos.

Bajón

Tras el primer entrenamiento, ambos autos retrocedieron en el clasificador. Pero hay que hacer un asterisco: el termómetro del rendimiento en Alpine es Gasly. Es él quien debe guiar hacia los puestos de vanguardia, y Colapinto tiene que mantenerse lo más cerca posible, ya sea que el francés avance o retroceda. En eso, no falló.

En la primera práctica hubo 11 posiciones de diferencia entre ambos, pero los tiempos fueron similares. Gasly cronometró 1’12”669, mientras Colapinto marcó 1’13”820. En el segundo entrenamiento, más que buscar posiciones, el pilarense salió a recortar distancia con su compañero. Sin embargo, esta vez fue él quien no estuvo tan fino.

Colapinto aceleró lo justo y necesario, en función del ritmo que permitía el auto titular. En la segunda tanda, mejoró su tiempo respecto a la primera: pasó de 1’13”820 a 1’13”415. Quedó a 2”600 de Leclerc, pero más importante fue la reducción de la brecha con Gasly. En la primera tanda la diferencia entre ambos fue de 1”151, y en la segunda bajó a 1”011.

 Los Alpine terminaron lejos de la punta, pero lo positivo es que ninguno de los dos autos sufrió percances. Evitaron los muros, los pianitos traicioneros y los errores de cálculo. Ambos regresaron al box con sus unidades intactas. Los mecánicos tendrán poco trabajo pesado, y todos los esfuerzos podrán concentrarse en analizar datos. El objetivo será afinar los tiempos y cumplir con los tres mandamientos en la tercera práctica —este sábado desde las 7.30— y en la clasificación que comenzará a las 11.

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