El Gran Premio de Mónaco es uno de los más exigentes y atractivos de la Fórmula 1. Allí, Franco Colapinto correrá este fin de semana su segunda carrera como piloto de Alpine. Y el circuito no es para nada ajeno a los colores argentinos; de hecho, se rinde homenaje allí a Juan Manuel Fangio.
El histórico piloto argentino, cinco veces campeón mundial, también se destacó en el principado cuanto le tocó correr allí. Dos veces se impuso en el Gran Premio (1950 y 1957), y una vez logró un segundo puesto (1955).
Más allá de lo que hizo específicamente en Mónaco, Fangio marcó una era para la Fórmula 1. Eso lo llevó a ser reconocido no solamente en su Argentina natal, sino en todo el mundo. Y en Montecarlo hay una gran distinción dirigida a él.
Desde 2003, en la intersección de la Avenida del Puerto y el Quai Albert, una de las calles más conocidas del principado, y por donde pasa parte del trazado, se encuentra una estatua del piloto argentino.
¿Cómo es la estatua de Fangio en Mónaco?
Chapada en bronce, la escultura fue realizada por Joaquim Ros i Sabaté en 1996, e inaugurada en 2003 por el príncipe Alberto II, que dos años después se transformaría en rey.
La imagen plasmada es la de Fangio y su coche de carreras, un Mercedes-Benz W196 de 1954. La escultura tiene el tamaño real del coche y del piloto. Fangio tiene la mano derecha sobre el volante y el casco bajo el brazo izquierdo. Un pie reposa sobre una placa deflectora del vehículo. Su mirada se dirige directamente a los ojos del espectador. El interior del coche está ahuecado, lo que permite a los pasajeros subir y sentarse en el asiento del conductor.
En 2006 se fabricaron también cinco réplicas idénticas, que se colocaron en Buenos Aires, Monza (Italia), Stuttgart y Nürburg (Alemania) y Montmeló (España).