Fernando Rapallini, recientemente designado como Gerente Técnico de Arbitraje, fue tajante al evaluar el desempeño de Yael Falcón Pérez en el partido entre River Plate y Platense. En diálogo con Olé, resumió su análisis en una frase contundente: “una muy mala conducción, especialmente en el segundo tiempo”. El exárbitro también comentó que, tras una jornada de capacitación con los jueces de Primera, tuvo una charla individual con Falcón Pérez para transmitirle su mirada sobre el encuentro.
Rapallini explicó que el árbitro “perdió el control del partido, en especial a medida que avanzaba el segundo tiempo”, lo que provocó una seguidilla de fallos que “hicieron que el partido perdiera la normalidad, algo que no debe pasar”. Entre los errores señalados, destacó la plancha de Marcos Acuña, que para su equipo “era jugada de expulsión directa y ni siquiera fue amonestado”. Además, remarcó que “el VAR, a cargo de Mauro Vigliano, también falló al no intervenir”.
Otro punto crítico fue la acción entre Franco Mastantuono y Fernando Juárez. Rapallini señaló que “hay falta de Mastantuono, no como para expulsarlo, pero sí para detener el juego”. Y agregó que en esa situación el árbitro debió haber advertido que el jugador de Platense estaba realmente lesionado, no simulando. “Se acercó a separar al jugador de River, como queriendo acelerar la reanudación, cuando debía frenar el partido”, puntualizó.
En el tramo final del encuentro, según Rapallini, Falcón volvió a equivocarse. “Fue un error concederle el lateral a River en la última jugada, sin recibir ayuda del asistente Yamil Bonfá ni del cuarto árbitro Sebastián Martínez”. Aunque consideró correcta la sanción del penal, aclaró que “eso queda opacado por la cadena de fallos que lo precedieron”. La conclusión fue tajante: “más allá de las jugadas puntuales, hubo una muy mala conducción del juego”.
El futuro de Falcón Pérez y las decisiones pendientes
Pese al duro informe, Rapallini aclaró que su mirada no implica un juicio definitivo sobre la carrera de Falcón Pérez. “Está a punto de ir al Mundial de Clubes”, recordó, destacando que mantiene una buena valoración general del juez. Sobre posibles sanciones o suspensiones, fue claro: “Eso no está en mis manos”.
Rapallini evitó referirse a consecuencias concretas, pero sus palabras reflejan un fuerte llamado de atención. A la espera de lo que resuelva Beligoy, el caso reabre el debate sobre el nivel del arbitraje en los partidos clave del fútbol argentino.







