Una fecha que terminó en empate y alivio para San Martín de Tucumán

El empate con Racing había generado preocupación, pero el 0-0 del “Bohemio” lo mantuvo arriba. Por su parte, Martos piensa en ajustar el equipo para visitar a Quilmes.

FESTEJO DE GOL. Martín Pino llegó a cinco tantos con la camiseta de San Martín. FESTEJO DE GOL. Martín Pino llegó a cinco tantos con la camiseta de San Martín. Foto de Osvaldo Ripoll/LA GACETA.

Lo que parecía una fecha amarga terminó siendo un alivio para San Martín. El 1-1 frente a Racing de Córdoba había sembrado preocupación en La Ciudadela, sobre todo porque Atlanta, el otro líder de la zona A, aún debía disputar su partido contra Tristán Suárez, que el sábado había sido suspendido por las intensas lluvias en el Gran Buenos Aires. Si ganaba, el “Bohemio” se despegaba en soledad. Sin embargo, el destino le dio un guiño al equipo de Ariel Martos: Atlanta no pasó del cero y dejó dos puntos en el camino. El empate, esta vez, fue festejado en Bolívar y Pellegrini como una victoria.

La igualdad en Ezeiza mantuvo el equilibrio en lo más alto de la tabla. Ambos equipos no sólo comparten el liderazgo, sino también idéntica diferencia de gol: 14 a favor y siete en contra. A esto se suma otro detalle que igualó la jornada: al igual que San Martín, Atlanta también sufrió una expulsión. En el caso del “Bohemio”, fue Lautaro Fedele quien vio la roja y tuvo que dejar al equipo con uno menos frente al “Lechero”.

Con ese desenlace, el conjunto de Bolívar y Pellegrini se sostiene una fecha más en la cima y comienza a mirar hacia adelante con renovadas expectativas. En una categoría tan reñida como la Primera Nacional, cada punto cuenta, y este fin de semana dejó en claro que la regularidad puede valer más que un triunfo aislado. Aunque el nivel mostrado ante Racing no fue el ideal, el empate final del líder rival renovó el aire en San Martín, que sabe que necesita ajustar detalles para no perder terreno en lo que será el cierre de la primera rueda.

Uno de los grandes desafíos que tendrá Martos será recuperar el control del mediocampo, un aspecto que se resintió notablemente contra los cordobeses. Para eso, se espera el regreso de Matías García, quien ya cumplió la fecha de suspensión por acumulación de tarjetas. Su presencia es clave para equilibrar la mitad de la cancha y darle fluidez al juego, algo que se notó en su ausencia.

 A su vez, Juan Cuevas también podría reaparecer, especialmente tras la expulsión de Gabriel Hachen, lo que lo convierte en una opción de peso para colaborar con Gustavo Abregú, de flojo desempeño en la generación.

En defensa, Martos también tiene una incógnita por resolver. La salida temprana de Juan Orellana llamó la atención. El cuerpo técnico evaluará durante la semana si se trató de una molestia física o simplemente de un bajo rendimiento. Si no llega en condiciones, el DT tendrá que definir si mantendrá en el equipo a Mateo Pérez, quien lo reemplazó con algunas falencias propias de la falta de minutos, o si buscará otra alternativa para conformar la zaga central junto a Guillermo Rodríguez. Esa decisión puede ser determinante, sobre todo en un torneo en el que los errores defensivos suelen pagarse caro.

El "Santo" pone todas sus fichas en Pino

No obstante, los números de San Martín siguen siendo sólidos. El equipo lleva siete triunfos, misma cantidad de empates, una sola derrota y cuenta con un goleador encendido como Martín Pino, quien ya acumula cinco tantos en el torneo. En los pasillos de La Ciudadela esperan que su buena racha continúe, especialmente porque cada gol suyo se traduce en puntos que acercan al objetivo. La ofensiva, uno de los puntos más altos del equipo, es una de las principales armas con las que Martos buscará volver al triunfo.

Con el envión que significó conservar la cima, ahora la mente del equipo está puesta en el duelo del lunes contra Quilmes, en el estadio Centenario. Un escenario difícil, contra un rival que también pelea por meterse en la conversación de los primeros puestos. San Martín sabe que debe elevar su rendimiento y mostrar una versión más sólida que la exhibida en el último juego. Pero también llega con la confianza de saber que, en este torneo, las cartas se reparten todas las semanas, y que en cuestión de horas, todo puede cambiar. Como en esta fecha, en la que el empate que dolía, terminó sabiendo solo a advertencia.

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