El camino hacia la economía circular

“Cada 17 de mayo, el Día Mundial del Reciclaje invita a mirar de frente un desafío urgente: ¿qué hacemos con lo que desechamos? En un mundo atravesado por el consumo acelerado, la economía circular se presenta como una respuesta concreta. No se trata solo de reciclar, sino de rediseñar el sistema: producir, usar, recuperar y volver a empezar”. Tal lo planteado por la ONG Ecoplas, que invita a reflexionar sobre nuestros hábitos y cómo podemos mejorar lo que hacemos con lo que desechamos.

La gestión personal e institucional de los residuos en nuestro medio ha sido puesta en debate en varias ocasiones, ya sea desde la dificultad para hacer desaparecer los basurales clandestinos o las complicaciones del vecindario para adaptarse a los nuevos contenedores de las calles. También las acciones han evidenciado un crecimiento de la conciencia ambiental -personal e institucional-, ya sea con la campaña “neumatón” para procesar los neumáticos en desecho, la multiplicación de sitios de ecocanje y de “botellómetros” para dejar plásticos en la capital, así como la tarea de los recuperadores urbanos que sólo en San Miguel de Tucumán han recolectado 33.000 kilos de material. La capital, precisamente, se encuentra en una transición hacia nuevas prácticas de tratamiento y un ordenamiento de los horarios para sacar los residuos y el servicio de recolección diferenciada. El plástico es el problema más urgente. Un documento de 2023 de las Naciones Unidas proponía estrategias para reducir en un 80% la contaminación con plásticos para 2040 con tres cambios de mercado (reutilizar, reciclar y reorientar).

La disposición de residuos en Tucumán es muy desigual; hay municipios adelantados, como Tafí Viejo, que tiene ese enfoque de economía circular; pero hay otros que no tienen ningún avance en el tema. Una experta, Florencia Sayago, decía en 2023 que hay programas de concientización, de educación ambiental y de fomento de estas acciones ecológicas, pero que todavía faltaba la implementación de medidas gubernamentales. “En el caso de los plásticos, es fundamental enfocar el reciclaje como una responsabilidad colaborativa. Cuando las personas diferencian residuos en sus hogares, las políticas acompañan y se visibiliza lo alcanzado, se genera un circuito virtuoso que mejora la calidad de vida de todos”, dijo Verónica Ramos, de Ecoplas.

Las entidades aconsejan  empezar a separar los residuos en casa (hay que adaptar el lugar de los residuos y adoptar nuevas prácticas); llevar lo reciclable a puntos verdes o centros de acopio; elegir productos con contenido reciclados o reciclables y reutilizar envases o materiales antes de desecharlos. Mucha gente desconoce cómo separar y disponer correctamente los residuos. Tiene que haber  coherencia entre la acción personal y las disposiciones de la administración, tanto en el acompañamiento como en la presión y la multa a los infractores. La sociedad responde cuando recibe información clara y opciones confiables, dicen los expertos. En esto la tarea del gobernante es fundamental.