El papa León XIV llamó a luchar contra las “desigualdades globales” y las “condiciones indignas de trabajo”, e hizo referencia a su propia historia migratoria, durante su primer encuentro con los embajadores acreditados ante el Vaticano.
El nuevo pontífice, nacido en Estados Unidos y nacionalizado peruano, pidió “remediar las desigualdades globales, que trazan surcos profundos de opulencia e indigencia entre continentes, países e, incluso, dentro de las mismas sociedades”.
“La Santa Sede no puede eximirse de hacer sentir su propia voz ante los numerosos desequilibrios y las injusticias que conducen, entre otras cosas, a condiciones indignas de trabajo y a sociedades cada vez más fragmentadas y conflictivas”, añadió el papa, durante el encuentro en la Sala Clementina del Palacio Apostólico.
El sucesor de Francisco volvió a explicar que eligió su nombre en referencia a” León XIII, el papa de la primera gran encíclica social, la Rerum novarum. El texto, publicado en 1891, esboza la doctrina social de la Iglesia en el contexto de la primera gran revolución industrial.
En este encuentro, el Papa se presentó como un “ciudadano, descendiente de inmigrantes, que a su vez ha emigrado”. Robert Prevost, hijo de un padre de origen italiano y francés y madre de origen español, pidió que se protegiera “la dignidad de cada persona”, desde “ el niño por nacer hasta el anciano, desde el enfermo al desocupado, sean estos ciudadanos o inmigrantes”.
La familia
Durante su discurso, hizo hincapié en la “familia, fundada sobre la unión estable entre el hombre y la mujer” y defendió las posiciones tradicionales de la Iglesia católica sobre el matrimonio y el aborto, un cambio respecto del principio de apertura que había mostrado el Papa Francisco, su antecesor.
León XIV, quien vivió más de 20 años en Perú, recordó su paso por “América del Norte, América del Sur y Europa”, una trayectoria que “pone de manifiesto esta aspiración de traspasar los confines para encontrarse con personas y culturas diferentes”.
El Papa, de 69 años, también se refirió a los “desafíos que caracterizan nuestro tiempo” y citó la causa ecológica por primera vez, antes de mencionar nuevamente el tema de la inteligencia artificial. Llamó además a “revitalizar la diplomacia multilateral”, al desarme, al diálogo interreligioso y al “pleno respeto de la libertad religiosa en cada país”.
El Vaticano mantiene relaciones diplomáticas con 184 países, unos 90 de los cuales tienen representación oficial en Roma, así como con la Unión Europea y la Soberana Orden de Malta.