Cervezas artesanales: el sabor clásico resiste a la crisis, aunque cae el consumo

Los cerveceros que se especializaban en variedades más complejas y costosas comenzaron a reducir su producción.

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17 Mayo 2025

El auge de la cerveza artesanal en Argentina, impulsado por la innovación y la cultura "lupulera", se enfrenta a una realidad más austera. La inflación, la presión impositiva y un cambio en los hábitos de consumo provocaron una caída en el consumo, que algunos estiman hasta en un 30%. 

En este nuevo escenario, las cervezas clásicas y de precios más accesibles, como Golden, Blonde y Pilsen, recuperan protagonismo. Si bien estilos como la IPA (Indian Pale Ale), originaria de la Inglaterra del siglo XVIII, siguen siendo apreciados por su sabor distintivo y su alto contenido de lúpulo, la elección del consumidor ya no se basa únicamente en el gusto.

"Notamos una baja general en el consumo. La gente cuida más su bolsillo, elige mejor y, en muchos casos, opta por opciones más económicas", afirma Martín Boan, primer sommelier de cerveza del país y director del Centro de Cata de Cerveza.

Eduardo Page, de la cervecería Hormiga Negra, coincide con ese diagnóstico del mercado. "La caída ronda el 30% en los últimos 18 meses. Además, los bares ven una diversificación en la demanda, con un creciente interés por otras bebidas como gin tonic y fernet", detalló.

Esta tendencia impacta directamente en la producción. "Los cerveceros que se especializaban en variedades más complejas y costosas están reduciendo su producción y ajustando sus recetas para ofrecer productos más accesibles", explica Boan.

Los estilos clásicos recuperan el liderazgo

"La gente aún no conoce los estilos más complejos. Este es el primer año en el que la Blonde empieza a liderar las ventas", señala Page, evidenciando un cambio en las preferencias del consumidor.

Rulo Bustillo, de Jabalina, observa un panorama similar: "Los estilos que más vendemos son American IPA, Blonde y Hazy IPA. También repuntó la Martelli Pilsen Argenta, una pilsen muy suave", agrega.

Si bien los bares siguen siendo el principal canal de venta, la comercialización en lata ha ganado terreno, especialmente en grandes tiendas y distribuidores. "Los growlers han perdido popularidad, y la presencia en supermercados es limitada. La venta se concentra en bares y tiendas especializadas", explica Boan.

"Los que menos sufrieron la baja del consumo son quienes apostaron a la venta en lata para grandes tiendas y distribuidores", destaca Page.

La presión impositiva es un obstáculo

Más allá del contexto económico, la presión impositiva es un factor que preocupa al sector. "La cerveza artesanal representa solo el 3% del mercado, pero paga un impuesto interno del 8,9% que no es recaudatorio", señala Bustillo. "Si se bajara, la gastronomía podría facturar más, ya que hoy el 70% u 80% de los pagos se hacen en blanco".

Los productores están en diálogo con el gobierno para solicitar una rebaja impositiva, buscando equiparar la situación con la del vino, que no paga este impuesto. A pesar de las dificultades, el sector mantiene su dinamismo y la pasión de sus consumidores. "El público está más exigente, pero también más curioso. Valora la calidad", afirma Boan.

"A pesar de la baja, hay una comunidad muy fiel, con cultura cervecera, que busca experiencias nuevas, maridajes, rotaciones de estilos. La cerveza artesanal sigue teniendo un público entusiasta y activo", concluye Bustillo.

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