En busca de mejorar el sistema de agua y cloacas

14 Mayo 2025

Hace seis años un interventor de la Sociedad Aguas del Tucumán (SAT) dijo que hacían falta cinco años para lograr que se saneara el sistema de agua y cloacas. Hace dos años el actual interventor prorrogó los plazos y planteó que hacía falta una década para lograr que el equilibrio entre demanda y provisión de ambos servicios fuera efectivo.

En ese momento se dijo que se estaba elaborando un “Plan Director” con el fin de resolver los problemas de tratamiento de líquidos cloacales, para dejar de contaminar el medio ambiente y para proveer agua potable al 100% de la población que está dentro de la jurisdicción de la empresa. Entre los problemas de ese entonces se destacaba que las áreas operativas habían trabajado casi siempre sobre las cañerías y no sobre la red en general y que la crisis de financiamiento había llevado a la suspensión de obras grandes y a la necesidad de seleccionar cuáles podían llegar a concretarse en un medio atormentado por los desbordes y las pérdidas de líquidos. Faltaba la renovación de cañerías. La llegada del nuevo gobierno nacional obligó a ajustar más el lápiz en la cuestión de obras públicas, mucho más con la disolución del ente nacional de obras y saneamiento.

Ahora la situación parece diferente. El interventor ha reseñado que desde las carencias y los reclamos de 2024, fundamentalmente por falta de agua, se ha pasado a una situación más equilibrada, merced a inversiones en reparaciones como los arreglos del viejo acueducto de Vipos y el de El Cadillal; y en construcción y renovación de pozos. Gracias a eso se atenuó un problema crónico en barrio El Bosque y hasta se descubrió una napa con mucho líquido en La Ciudadela. Entre los 40 pozos que se hicieron -varios de 300 metros de profundidad- hubo algunos en sitios del interior como La Madrid y en zonas que se han urbanizado mucho y en las que aumentó sustancialmente la demanda de agua. Asimismo, el arreglo de la balsa “La Niña” en El Cadillal, la colocación de una bomba nueva y el anuncio de la compra de otra han significado una mejora sustancial en la provisión de agua. Para Yerba Buena se ha generado la perspectiva de que con las reparaciones del acueducto de Anfama -que se están realizando-, con la nueva toma en el río Muerto y con la construcción de un pozo se mejore una situación crítica de años. Allí, por otra parte -según dijo el interventor- harán falta obras de desagües para atenuar la crisis del sistema cloacal.

Ahora se ha anunciado que comienza una etapa de renovación en la red de cloacas de San Miguel de Tucumán, con la apertura de sobres para cotejo de precios de cinco obras, así como la recuperación de las plantas de tratamiento de San Felipe y Laguna de Manantiales, que permitirá descomprimir toda la red, desbordada en muchas partes. También se anuncian obras de estaciones de bombero y de renovación de redes en las zonas sur y noroeste de la capital. Es de esperar que, así como se ha logrado que se atenúen los reclamos de la gente por el agua, las obras que se han propuesto impliquen la reducción de los desbordes contaminantes que afectan la estética y la salud en muchos barrios. También, que se logre el saneamiento del sistema antes de los 10 años previstos.

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