José Mujica y sus frases sobre la Argentina: críticas, afecto y un legado de sinceridad brutal
El expresidente uruguayo, fallecido hoy a los 89 años, dejó numerosas reflexiones sobre la política argentina y sus principales figuras. Con su estilo directo y sin rodeos, opinó sobre Cristina y Néstor Kirchner, Mauricio Macri y el rumbo del país vecino.
José “Pepe” Mujica fue mucho más que un presidente. Su austeridad, su filosofía humanista y su estilo campechano lo convirtieron en un referente regional que trascendió la política uruguaya. También fue un agudo observador del devenir argentino, país al que siempre consideró "entrañable y complicado". Sus declaraciones sobre líderes como Cristina Fernández, Néstor Kirchner y Mauricio Macri generaron, a lo largo de los años, elogios, polémicas y tensiones diplomáticas.
Críticas sin filtro: el micrófono abierto y una frase que hizo historia
Mujica lo dejó en evidencia cuando en 2013 descerrajó un comentario tan mordaz como polémico que quedaría en los anales de la relación bilateral. El episodio ocurrió en la previa de una conferencia de prensa, cuando no se percató de que el micrófono estaba encendido. Fiel a su estilo directo y descontracturado, lanzó: “Esta vieja (por Cristina Kirchner) es peor que el tuerto (Néstor Kirchner)”, y, sin darse cuenta de que la transmisión seguía en vivo, agregó: “El tuerto era más político, ésta es terca”.
La frase provocó un terremoto diplomático. El canciller argentino de entonces, Héctor Timerman, convocó de inmediato al embajador uruguayo en Buenos Aires, Guillermo Pomi, para expresar el profundo malestar del gobierno argentino.
Intentando descomprimir la situación, Mujica pidió disculpas públicamente: “Debo pedir sentidas disculpas a quienes pude lastimar en estos días por mis dichos y sobre todo a quienes son –como nosotros– integrantes del sueño de patria grande y federal”, afirmó en un comunicado.
Años después, en octubre de 2020, cuando se cumplieron diez años de la muerte de Néstor Kirchner, Mujica aprovechó la ocasión para reivindicar su figura. “Desgraciadamente con Néstor hablé cinco veces, pero siempre me pareció un tipo formidable. Un hombre con una visión moderna de las relaciones latinoamericanas y envidiable su concepción de los derechos humanos”, expresó con tono emocionado.
Un vecino crítico y fraternal
“Cuando a la Argentina le va bien, a nosotros nos va bien. Cuando a ustedes les va mal, a nosotros también. Es difícil encontrar a dos países tan soldados”, había dicho en una entrevista. Sin embargo, no evitaba los diagnósticos severos: “La Argentina es maravillosa, pero está desquiciada”, afirmó en otra ocasión, en referencia a la polarización política.
Sobre Cristina Fernández, más allá del famoso exabrupto, también llegó a expresar afecto: “Tiene la apariencia de una mujer durísima y soberbia, pero creo que ha sufrido en soledad. Es como una coraza que se pone”.
En cuanto a Mauricio Macri, su postura fue más medida, aunque clara: “Quisiera que a la Argentina le vaya bárbaro con Macri”, manifestó tras su asunción en 2015, resaltando la importancia de la estabilidad regional.
Reflexiones sobre la política argentina
Mujica fue también un crítico del sistema político argentino: “El pueblo argentino tiene que hacer autocrítica de los políticos que elige: tiene que desconfiar más y elegir mejor”. Su visión sobre el poder era tajante: “Al que le guste mucho la plata habría que correrlo de la política”, decía, sintetizando su convicción de que la función pública debe estar al servicio del otro, no del bolsillo propio.
Un legado que trasciende fronteras
Con su muerte, José Mujica deja un vacío difícil de llenar en la política regional. Su paso por la vida pública estuvo marcado por la coherencia, la humildad y la capacidad de hablar con crudeza sin perder la humanidad. Su mirada sobre la Argentina, tan crítica como fraternal, resume una relación histórica entre dos países que, como él mismo dijo, “están condenados a entenderse”.







