Después de los 50 años, es habitual que debamos hacer unos ajustes en nuestra alimentación para equilibrar algunos valores. El colesterol es uno de los que suele variar según lo que comemos y niveles elevados pueden generar problemas de salud. Por otra parte, también se vuelve más regular la retención de líquidos, pero esta situación no debería normalizarse. Para afrontar los dos problemas, hay un alimento favorecedor: la avena.
Este cereal se convirtió en uno de los más consumidos en los últimos años. Su versatilidad permite usarlo en una infinidad de platos tanto dulces como salados: almuerzos, cenas, batidos y postres. Además de sus propiedades anticolesterol y antiinflamatorias, regula los niveles de azúcar en sangre y contribuye a la pérdida de peso.
Avena como regulador del tránsito lento
Por su contenido alto en fibras, la avena propicia el buen funcionamiento intestinal. Se estima que aporta 10 gramos de fibra por cada porción de 100 gramos y por eso su consumo es recomendado para las personas que tienen problemas de digestión o de estreñimiento.
El beta-glucano presente en la avena es un elemento que ayuda al intestino a evacuar con mayor facilidad. Así, su consumo disminuye el riesgo de desencadenar lesiones y molestias como las producidas por las hemorroides. El mismo componente de la avena es el que ayuda a reducir el colesterol en sangre, volviendo el cuerpo más saludable.
Lo que pocas personas sabían es que este alimento no solo ayuda a reducir el colesterol "malo". La fibra soluble de la avena reduce el colesterol del lipoproteína de baja intensidad que puede afectar el cuerpo. Este tipo de fibra también se encuentra en peras, manzanas y porotos.
¿Por qué la avena es un superalimento?
Además de los beneficios mencionados, la avena es un superalimento porque presenta múltiples beneficios para el organismo:
Beneficios cardiovasculares. Cuida el corazón y el cerebro. Esto es debido a la gran cantidad de ácido linoleico, omega 3 y grasas insaturadas que contiene.
Beneficios dermatológicos. Es buena para la piel y para mascarillas caseras. La harina de avena tiene propiedades exfoliantes y es muy efectiva a la hora de eliminar las células muertas de la piel. Además, es recomendable para todo tipo de pieles.
Beneficios antiinflamatorios. Con avena y con ingredientes fáciles de encontrar como la miel, es posible elaborar mascarillas caseras muy efectivas.
Beneficios para el sistema nervioso. Equilibra el funcionamiento del sistema nervioso. Por otro lado, hay que señalar que la avena es rica en vitaminas y minerales, entre otros del complejo B. Por este motivo, ayuda a desarrollar, mantener y equilibrar el funcionamiento del sistema nervioso.
Beneficios para el sueño. La avena contiene lo que se denomina avenina, que actúa contra el nerviosismo. Así que es perfecta contra el insomnio o el estrés, siendo una de las propiedades más desconocidas de este superalimento.








