MASCATE, Omán.- Estados Unidos e Irán concluyeron en Omán una cuarta ronda de negociaciones sobre el programa nuclear de Teherán, sin verdaderos avances pero con la voluntad mutua de organizar nuevas conversaciones indirectas.
El canciller Abás Araqchi, a la cabeza de la delegación iraní, se reunió en Mascate con el emisario estadounidense para Medio Oriente, Steve Witkoff, en el contexto marcado por la exigencia de Washington de cerrar cualquier plan de enriquecimiento de uranio en ese país.
El ministro de Relaciones Exteriores de Omán, Badr Albusaidi, señaló en X que las conversaciones abordaron “ideas útiles y originales” que reflejaban un deseo compartido entre los dos archienemigos de alcanzar un acuerdo.
Irán y Estados Unidos no mantienen relaciones diplomáticas desde 1980, pero bajo la mediación de Omán, celebraron tres sesiones de conversaciones desde el 12 de abril sobre la espinosa cuestión del programa nuclear iraní. El objetivo de los encuentros es concluir un nuevo acuerdo para evitar que Irán se dote del arma atómica a cambio del levantamiento de las sanciones que paralizan su economía.
“Concluyó la cuarta ronda de negociaciones indirectas; conversaciones difíciles pero útiles para entender las posturas de cada uno y hallar formas razonables de abordar las diferencias”, dijo el portavoz del Ministerio de Exteriores, Esmail Baqai, en X.
Resultados
Un alto funcionario de Estados Unidos calificó de forma positiva los resultados de esta última tanda de conversaciones. “Esperamos con impaciencia nuestra próxima reunión”, afirmó bajo condición de anonimato. Las conversaciones en Omán “fueron directas e indirectas” y “duraron más de tres horas”, detalló.
Justo antes de que empezaran, Araqchi reafirmó que el derecho de su país a enriquecer uranio era “innegociable”. “El enriquecimiento (...) debe continuar y no hay lugar para compromisos al respecto”, insistió en la televisión estatal iraní en Mascate, la capital de Omán.
La República Islámica, sin embargo, podría abrirse a limitar el nivel de enriquecimiento “para ayudar a crear confianza”, matizó.
Teherán defiende que los fines de su programa nuclear son exclusivamente civiles, aunque Estados Unidos y otras potencias occidentales temen que busque desarrollar un arma atómica y alertan de que se acerca al nivel de enriquecimiento de uranio necesario para ello.