La trágica historia de los Oesterheld

La trágica historia de los Oesterheld

Avatares del creador de El Eternauta y su familia durante los 70.

LA FAMILIA. La imagen de la portada del libro muestra al autor y su esposa Elsa, rodeados por sus cuatro hijas pequeñas.
11 Mayo 2025

Investigación

Los Oesterheld

Fernanda Nicolini - Alicia Beltrami (Sudamericana-Buenos Aires)

La de Héctor Germán Oesterheld es una de las historias más pobladas, sorprendentes y penosas de los agitados años previos a dictadura militar y de los años de dictadura militar 1976/83 propiamente dicha.

Poblada, sorprendente y penosa con independencia del perfil ideológico de quienes se atrevan a asomarse al mundo Oesterheld en general y de forma específica a la escrupulosa investigación de las periodistas Fernanda Nicolini y Alicia Beltrami.

Urge que conste para legos y despistados que Oesterheld fue un destacado guionista y escritor argentino que supo desplegar su arte en revistas de la entidad de Frontera, Hora Cero, Misterix y alumbró personajes del tipo de Sargento Kirk, Bull Rocket y El Eternauta, una historia futurista, no exenta de un contenido, pongamos, social, a la que se atribuye rango de excepcional en los anales de los comics.

De progresivo compromiso político, Oesterheld se unió a Montoneros, agrupación de la que fue su jefe de prensa, pero ahí no terminó la cosa: idéntico camino tomaron sus cuatro hijas, Estela, Diana, Beatriz y Marina, todas secuestradas y asesinadas, amén de tres yernos.

Para completar un funesto escenario que acaso no habría tenido lugar ni siquiera en la fecunda imaginación del autor de El Eternauta, asimismo fueron secuestrados y desaparecidos dos de sus cuatro nietos.

¿Fatalidad? ¿Causalidad? ¿Destino escrito? ¿El entendible fruto de una época signada por una singular complejidad en la que la toma de posición política urgía como pan caliente? ¿Un poco de todo y algo más? Pues bien, todo eso reconstruyen Nicolini y Beltrami, cuyas opiniones (que las hay, a veces incluso rozando la vereda de lo tendencioso) son lo menos interesante de este volumen. En rigor, lo más interesante es cómo se desandan las derivas históricas y sobremanera el puente articulador de los testimonios de Elsa Sara Sánchez, la esposa de Oesterheld, fallecida el 22 de junio de 2015.

Sin desperdicios

Merece la pena detenerse en la transcripción literal de algunos de los dichos de la señora de Oesterheld. Por ejemplo: “Mis hijas eran cuatro chicas excepcionales. Yo nunca en mi vida me imaginé que me iban a desaparecer las cuatro. No entendía cómo el padre creía que era una aventura que iba a vivir. Héctor siempre, siempre, aún en las cosas más irracionales, les daba la razón a los jóvenes. Era más como un abuelo”.

O incluso: “La dirigencia montonera fue muy irresponsable, perdió el rumbo y traicionó sus propios militantes, y eso es algo que yo no puedo comprender”.

Los Oesterheld es un libro que puede ser visto desde múltiples ópticas. Siempre la recepción de un texto supone la consumación de una especie de capricho. Pero lo que se revela evidente e imponente es que Nicolini y Beltrami se abocaron a una empresa de suma delicadeza, recorrieron palmo a palmo el espinel del periodismo genuino y consumaron una investigación sin desperdicios.

© LA GACETA

WALTER VARGAS

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