En Atlético Tucumán se viven horas decisivas. La fecha de las elecciones ya está marcada: el 14 de junio, el socio del club volverá a las urnas para elegir autoridades por los próximos tres años. Con esa cuenta regresiva ya en marcha, el oficialismo atraviesa un momento complejo, en el que abundan los nombres, escasean las certezas y el hermetismo domina las conversaciones internas.
Desde hace casi dos décadas, el grupo que lidera la institución tuvo a Mario Leito como su principal referente. Su figura, tanto dentro como fuera del club, fue central en la construcción de una hegemonía que resistió distintos contextos deportivos y políticos. A pesar de eso, el armado de la lista para este nuevo proceso electoral no está resultando sencillo. La implementación del nuevo estatuto —que establece una estructura mucho más amplia— obligó a reorganizar los espacios de poder y redefinir la lógica de representación interna.
La futura comisión directiva deberá estar integrada por 52 miembros, a los que se suman los avales que exige la Junta Electoral. En total, la cifra de nombres deberá llegar a 82, más del doble de lo habitual en ciclos anteriores. Este rediseño estatutario generó tensiones internas y dificultades prácticas (como en todas las agrupaciones), especialmente para cumplir con los requisitos técnicos que ahora exige la nueva normativa: en órganos como la Comisión Revisora de Cuentas, deben participar al menos cinco contadores públicos nacionales, y en el Tribunal de Ética se requiere un mínimo de tres abogados con cinco años de antigüedad como socios.
La danza de nombres lleva semanas, y en muchos casos quedó expuesta una falta de consensos. Algunos integrantes de peso de la actual conducción se autopostularon, otros fueron sugeridos por sectores internos, y varios más fueron descartados por no reunir los requisitos o por diferencias estratégicas. En el caso de la presidencia, el actual mandatario había anticipado en declaraciones a LA GACETA que no tenía intenciones de continuar. No obstante, ante la falta de una figura con consenso pleno como ser Mario Ávila, Ignacio Golobisky, Martín García o Gonzalo Carrillo para tomar el liderazgo, el nombre de Leito volvió a ganar en fuerza. Aunque oficialmente no lo confirmaron, en el entorno cercano ya asumen que será él quien encabece la lista, pero no se descarta que esa definición se estire hasta el último momento.
Ese retraso tiene que ver con el punto de vista del actual presidente, que, sin intenciones de una reelección, todavía seguiría sosteniendo la posibilidad de una unidad con algunos sectores opositores. Desde la oposición el mensaje es claro: con Leito como candidato, no hay unidad. Esto se contrapone al pedido del grueso del oficialismo, que apuesta por la reelección del monterizo.
La estrategia del silencio fue elegida por buena parte del oficialismo como forma de evitar nuevas grietas. La preocupación por posibles filtraciones es alta: se teme que cualquier dato mal manejado genere fricciones internas o debilite la imagen pública del grupo. En los últimos encuentros, incluso, se evitó confirmar públicamente nombres clave de la futura lista. Puertas adentro, nadie se anima a dar un candidato por seguro, aunque todo apunta a que el anuncio oficial se hará la próxima semana. "Jueves o viernes, se hará un evento en el complejo", deslizaron desde el oficialismo. En el José Salmoiraghi se organizaría un evento que reunirá a los referentes del oficialismo, a socios cercanos y también a algunos actores con pasado opositor. La jornada cerrará con un asado y se espera que ese sea el momento elegido para presentar la lista definitiva.
El malestar interno no es menor. Hay miembros históricos del oficialismo que aún no saben si formarán parte de la nueva lista. Otros, ya con años de trabajo en el club, no parecen estar conformes con los lugares que les ofrecieron, al considerar que no reflejan su aporte real. El ingreso de jóvenes, planteado como una forma de atraer el voto juvenil, tampoco fue del todo bien recibido por algunos sectores tradicionales. "En estas elecciones se van a sumar con nosotros muchos jóvenes y algunos nombres lo van a sorprender", dijo Leito tras el último partido que el primer equipo le ganó a Lanús.
Según trascendidos, entre los nombres nuevos que podrían figurar en la lista, aparecería el de Iván Hasbani, sobrino del expresidente Carlos Hasbani, y que formó parte de diferentes agrupaciones opositoras. Su inclusión responde a un intento más amplio: renovar la propuesta del oficialismo sin romper del todo con las raíces del club. También se baraja el ingreso de otros apellidos vinculados históricamente a la institución, aunque todavía no está claro qué grado de protagonismo tendrán. Se estima que esos nuevos integrantes ocuparán espacios secundarios, especialmente en órganos de control, sin acceso real al núcleo de toma de decisiones.
Por fuera de la interna dirigencial, el club también vive un clima particular entre los socios. Aunque el primer equipo ha mejorado su rendimiento en las últimas fechas bajo la conducción de Lucas Pusineri, el descontento con la conducción no se ha disuelto del todo. En varios encuentros recientes, se escucharon cánticos en contra de la comisión directiva y del propio Leito. Sin embargo, la experiencia muestra que ese malestar muchas veces no se traduce en votos. En las elecciones de 2022 votaron cerca de 1900 personas, y el oficialismo se impuso con más de 1200 votos, más del doble que la oposición, representada en ese momento por la agrupación Centenario junto a FASCAT.
Pese al desgaste natural de los años y al ruido interno, en el entorno del oficialismo están convencidos de que mantienen el respaldo mayoritario del socio. Esperan que la cantidad de votantes sea similar a la de la última elección, y que su estructura territorial y su aparato logístico volverán a marcar la diferencia.
La reunión clave de la mesa chica está prevista para lunes o martes en el estadio Monumental. Allí se terminarán de afinar los detalles finales y se discutirá la distribución de cargos. Será, en definitiva, la antesala de un anuncio largamente esperado por un sector del mundo Atlético.
En el oficialismo saben que el margen de maniobra es cada vez más estrecho. La cuenta regresiva avanza, el padrón de votantes está a punto de publicarse y el clima electoral empieza a sentirse en los pasillos del club. De momento, todo está en pausa. Pero para el jueves o viernes de la semana próxima, la lista deberá estar sobre la mesa. Y con ella, el nombre que buscará sostener el proyecto que ha gobernado al "Decano" durante los últimos veinte años.







