Por Joel Katz
09 Mayo 2025
Fue una noche inolvidable en La Caldera del Parque, tanto para el público presente como para Tarucas. La franquicia del NOA jugó un gran rugby, goleó 41-21 a Selknam y se metió de lleno en la pelea por la clasificación a semifinales del Súper Rugby Américas. Quedan sólo tres fechas para el final de la fase regular.
El equipo de Álvaro Galindo sabía que era un duelo clave, ya que la franquicia chilena se está quedando, por el momento, con el último boleto a semis. Pero ahora, con Tarucas soplándole la nuca.
Había sed de revancha: en la primera rueda, Selknam había goleado 49-24 en Chile. Esta vez, el resultado fue otro.
El primer tiempo fue una verdadera batalla física. Prueba de ello son las tres lesiones que obligaron a cambios tempraneros: Tomás Bartolini dejó la cancha en Tarucas, mientras que Martín Sigren y Marcelo Torrealba lo hicieron en Selknam.
El marcador se movió rapidito. A los seis minutos, un gran movimiento de Nicolás Roger rompió la defensa de Selknam, y todo terminó con Stefano Ferro volando dentro del ingoal para apoyar.
Selknam respondió rápido. Tarucas recayó en varias infracciones, y los dirigidos por el neozelandés Jacob Mangin no perdonaron: mediante el pick & go, apoyaron por intermedio de Bruno Sáez.
Pese al trámite parejo y trabado, Tarucas siempre se mostró un poco más claro en cancha, y sobre todo, dominante en el scrum, el punto más fuerte del equipo a lo largo de todo el torneo. Un penal de Roger bajo los palos les permitió tomar una pequeña distancia en el marcador, y unos minutos después, una gran sucesión de pases terminó con Agustín Sarelli encontrando un hueco casi en posición de wing por derecha para un nuevo try.
Antes del cierre de la primera mitad, Selknam logró otro try. Una impresionante patada 50-22 de Benjamín Videla derivó en un try de line y maul, apoyado por Agustín Böhme. Al cabo de la primera mitad, Tarucas ganaba apenas 17-14.
El escenario abierto se mantuvo durante un buen rato. La rigurosidad física de ambos equipos, y algunas equivocaciones, impidieron que haya puntos en el primer tramo del complemento.
Hasta que pasados los 15’, llegó el try de la noche. Tras un buen movimiento y pase de Benjamín Garrido, Mateo Pasquini, wing de Tucumán Rugby, plasmó toda su velocidad y habilidad para escaparse por izquierda, esquivar tackles y llegar al ingoal rival, tackleado pero en control de la pelota. Y unos minutos después, tras un scrum arrasador, Santiago Aguilar marcó el cuarto try, que garantizaba el punto bonus ofensivo y le permitía a Tarucas tomar aire.
Parecía que todo se encaminaba a un triunfo con cierta tranquilidad del equipo local. El trámite así lo indicaba, y el ambiente en las tribunas ya lo anticipaba. Pero en el rugby, el partido no termina hasta que suena el silbato final. Y vaya si lo supo Selknam. Minutos después de quedarse con uno menos por una amarilla a Salvador Lues, recuperó la pelota en su propio campo, tras un error de Tarucas en ataque. En la contra, provocó otra amarilla (esta vez a Pasquini por tackle peligroso) y armó una jugada punzante. Y otra vez de line y maul, llegaron al try, apoyado por Tomás Baguley. Un 31-21 parcial, a falta de 10 minutos, que todavía hacía peligrar el triunfo de Tarucas, y ponía a Selknam en carrera para dos puntos bonus: el ofensivo (estaban a un sólo try) y también el defensivo (a sólo tres puntos).
Afortunadamente para Tarucas, eso no ocurrió. Selknam fue más agresivo y trató de manejar la pelota, pero sobre el final, Bautista Estofán interceptó un pase en campo rival y escapó sólo para volar bajo los palos y sentenciar el triunfo. Roger, con un penal minutos después, puso cifras definitivas.
Triunfo clave para Tarucas, que, a falta de tres fechas y a la espera del duelo de hoy entre Yacaré y Pampas, se ubica quinto, a sólo un punto de la zona de clasificación a semis. Con dos partidos de local restantes, y uno en Brasil ante Cobras, la ilusión está más latente que nunca. Para eso, será clave un triunfo contra Dogos, el próximo viernes, en una Caldera que promete ser, nuevamente, una olla a presión copada de camisetas naranjas.
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