La elección del nuevo Papa: "León XIV representa una clara continuidad del legado social de Francisco"

La elección del nuevo Papa: "León XIV representa una clara continuidad del legado social de Francisco"

Luis E. Karamaneff, doctor en Ciencias Políticas, investigador del Conicet y de la Unsam, analiza para LA GACETA la elección de León XIV. Destaca la continuidad con el legado social de Francisco, su vínculo con América Latina, los desafíos de la sinodalidad y las tensiones políticas que enfrentará, especialmente frente a figuras como Donald Trump.

08 Mayo 2025

Por Luis E. Karamaneff

Doctor en Ciencias Políticas e investigador del Conicet

La elección de Robert Prevost como Papa León XIV representa una clara continuidad con el legado social y político iniciado por Francisco. Si bien es el primer estadounidense en ocupar la silla de Pedro, su profunda vinculación con América Latina tras décadas de misión pastoral en Perú lo acerca más al perfil latinoamericano que al estereotipo norteamericano.

Prevost escoge evocativamente el nombre León XIV, en clara alusión a León XIII, autor de la encíclica Rerum Novarum, que sentó las bases de la doctrina social moderna de la Iglesia. Esta decisión refleja un fuerte compromiso con la justicia social y la defensa de los sectores más vulnerables frente a los excesos del capitalismo global, aspectos centrales del pontificado de Francisco. América Latina, donde Prevost desarrolló gran parte de su vida pastoral, seguirá siendo clave en esta visión.

Prevost asume el liderazgo de una Iglesia dividida entre sectores progresistas y conservadores, además de enfrentar claras tensiones entre la curia romana—responsable de la gestión administrativa—y las bases pastorales comprometidas directamente con las comunidades. Su experiencia reciente al frente del Dicasterio para los Obispos, organismo clave en la designación de líderes eclesiales locales, será crucial para concretar la promesa de una verdadera sinodalidad planteada en su primer discurso: una Iglesia menos burocrática, más horizontal y abierta a la participación comunitaria.

En términos políticos, el origen estadounidense de León XIV adquiere una dimensión particular en un contexto donde Estados Unidos atraviesa profundos desafíos culturales y sociales. La crisis de sentido generada por décadas de consumismo e individualismo abre una oportunidad para una renovada presencia del mensaje católico. La creciente visibilidad del catolicismo en la esfera política —como lo muestra la figura del actual vicepresidente, a quien Prevost ha criticado públicamente— podría favorecer un acercamiento entre el Vaticano y Washington. Sin embargo, esta relación también se verá condicionada por las tensiones con el expresidente Donald Trump, cuyas posturas autoritarias y divisivas han sido cuestionadas abiertamente por el nuevo Papa.

Para Argentina, el impacto del nuevo pontificado podría ser sutil pero significativo. Por un lado, la continuidad del legado de Francisco representa un desafío implícito al gobierno nacional actual, que ha mantenido relaciones tensas con el Vaticano por diferencias en políticas sociales. Por otro, la postura que adopte Prevost respecto a Trump podría generar tensiones adicionales, considerando el fuerte alineamiento del gobierno argentino con Estados Unidos.

Sin embargo, el ejercicio del papado frecuentemente transforma profundamente a quienes lo asumen. Así ocurrió con Juan XXIII, inicialmente considerado un Papa "de transición", quien convocó al trascendental Concilio Vaticano II, y con Francisco, percibido inicialmente como conservador antes de convertirse en un referente progresista mundial.

Finalmente, un elemento clave para comprender con precisión el rumbo del pontificado de León XIV será observar el nombramiento del Secretario de Estado, figura reveladora de los equilibrios políticos y pastorales alcanzados en el cónclave.

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