Día de la Virgen de Luján: qué oración rezar para pedir paz y unión

Día de la Virgen de Luján: qué oración rezar para pedir paz y unión

Cada 8 de mayo se celebra a la patrona de Argentina, Uruguay y Paraguay.

08 Mayo 2025

La Iglesia Católica está de fiesta, en particular los seguidores de la advocación mariana de la Virgen de Luján. A pesar de haber llegado al país en 1630, su primer templo se inauguró el 8 de diciembre de 1763 y desde entonces se convirtió en la guía espiritual de figuras como Manuel Belgrano y José de San Martín.

En 1813, el Ejército del Norte, al mando del general Belgrano, se enfrentó al ejército del general Pío Tristán en la Batalla de Salta. En el encuentro, le fueron arrebatadas dos banderas al pelotón enemigo y posteriormente dedicadas a la Virgen de Luján.

“Remito a V. S. dos banderas de división, que en la acción del 20 de febrero se arrancaron de la mano del enemigo, a fin de que sirva presentarlas a los pies de Nuestra Señora, a nombre del ejército de mi mando en el templo de ésa, para que se haga notorio el reconocimiento que mis hermanos de armas y yo estamos a los beneficios que el Todopoderoso nos ha dispensado por su mediación”, escribió en una carta Belgrano el 3 de mayo de ese año.

Oración para la Virgen de Luján

Virgen María, madre de Dios y madre nuestra. Nuestra Señora de Luján, patrona de nuestra patria; hoy alzamos nuestros ojos y nuestros brazos hacia tí. Madre de la esperanza, de los pobres y de los peregrinos, escúchanos.

Hoy te pedimos por Argentina por nuestro pueblo. Ilumina nuestra patria con el sol de justicia, con la luz de una mañana nueva, que es la luz de Jesús. Enciende el fuego nuevo del amor entre hermanos. Unidos estamos bajo la celeste y blanca de nuestra bandera, y los colores de tu manto, para contarte que hoy falta el pan material en muchas, muchas casas, pero también falta el pan de la verdad y la justicia en muchas mentes. Falta el pan del amor entre hermanos y falta el pan de Jesús en los corazones.

Te pedimos madre que extingas el odio, que ahogues las ambiciones desmedidas, que arranques el ansia febril de solamente los bienes materiales y derrama sobre nuestro suelo, la semilla de la humildad, de la comprensión. Ahoga la mala hierba de la soberbia, que ningún Caín pueda plantar su tienda sobre nuestro suelo, pero tampoco que ningún Abel inocente bañe con su sangre nuestras calles.

Haz madre que comprendamos que somos hermanos, nacidos bajo un mismo cielo, y bajo una misma bandera. Que sufrimos todos juntos las mismas penas y las mismas alegrías. Ilumina nuestra esperanza, alivia nuestra pobreza material y espiritual y que tomados de tu mano digamos más fuerte que nunca: ¡Argentina, Argentina! ¡Canta y camina!

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios