EL MEJOR. Piastri celebra arriba del McLaren.
“Reserva, reserva, reserva, reserva.” Cuatro veces repitió la palabra Flavio Briatore. El asesor de Alpine respondía de esa manera a la pregunta sobre en qué condición estaría Franco Colapinto en la próxima fecha. Eso fue antes de que se corriera la sexta final del calendario en Miami, que ganó magistralmente Oscar Piastri.
Briatore probablemente cambió de opinión tras el desarrollo del Gran Premio, que nuevamente tuvo récord de concurrencia con 275.000 personas. En Estados Unidos, nadie se guardó nada: ni el ganador ni los perdedores. En esta última lista apareció Jack Doohan, que antes de completar la primera vuelta quedó fuera de competencia con su Alpine. Por una maniobra en una curva se llevó por delante al Red Bull Racing de Liam Lawson, lo que obligó a que flameara la bandera amarilla para retirar su máquina del trazado callejero.
Piastri, por su parte, no tuvo reservas y desplegó los múltiples recursos que tiene para ganar cualquier carrera. Doohan, en cambio, volvió a cometer errores que ya ni siquiera pueden considerarse propios de un suplente.
Como límite de evaluación de su rendimiento se había establecido la quinta fecha. En la sexta (la de este domingo), su desempeño debía ser más que aceptable. Pero en la carrera larga no tuvo tiempo de enmendar todo lo que había hecho mal en las dos jornadas previas.
Desde maniobras fallidas al salir del garaje hasta excederse en la velocidad del pitlane y en los límites de una de las curvas, Doohan contribuyó a lo que parece inevitable: que Colapinto lo reemplace en Imola, entre el 16 y el 18 de este mes.
Y todo indica que en el equipo se terminó la paciencia, si se lee entre líneas el posteo que Alpine publicó en Instagram. En las carreras anteriores, los mensajes transmitían algo de esperanza. Esta vez, tras el abandono de Doohan, el tono cambió: “Destrozado”, con un corazón partido. “La carrera de Jack terminó en la curva 1 después de una colisión con Lawson”, fue el escueto mensaje. La imagen mostraba al australiano serio. Nada más.
Con todo esto (y tras un frenético fin de semana en Miami), Doohan está muy lejos de cumplir los objetivos de Alpine, bastante retrasada en su planificación. Y con lo sucedido hoy, no sólo el equipo francés, sino todos los demás, deberán reinventarse si quieren darle pelea a McLaren.
FINAL. Así quedó el auto de Doohan en Miami.
Aunque todavía restan 18 fechas, la escudería británica y sus autos están en tal nivel de superioridad que la discusión interna ya no es contra sus rivales, sino sobre cuál de sus dos pilotos concentrará la mayor atención. En principio, el elegido era Lando Norris, señalado para lograr el doblete en 2025: defender el título de constructores y consagrarse campeón mundial.
Dueño del primer puesto en el torneo, no es que Piastri tenga una ventaja abrumadora sobre su compañero. Son apenas 16 unidades, poco elocuentes si se los compara con los cuatro triunfos (tres consecutivos) del “Leñador de Melbourne”, frente a uno solo de Norris.
Max Verstappen fue el otro piloto que logró una victoria en 2025, pero en Miami, pese a partir desde la pole, no pudo sostener la buena estrategia que lo mantuvo líder hasta la vuelta 14.
Después de ese giro, salvo algunos metros de excepción, el dominio fue de McLaren. La resistencia quedó a cargo de Mercedes-Benz, que hoy enfrenta con mayor eficacia a los británicos que Red Bull. El tercer puesto fue para George Russell.
¿El más aplaudido en el box de las “Flechas de Plata”? No. En la suma del fin de semana, Andrea “Kimi” Antonelli se llevó gran parte de los elogios. El joven de 18 años terminó en el top 6, por delante de las Ferrari y apenas detrás de un Williams. Poleman más joven en la historia de la categoría (largó primero en la carrera sprint del sábado), estuvo segundo y, a diferencia del día anterior, demostró que aprende rápido. Supo “leer” la maniobra de los McLaren, que no lograron superarlo.
De nuevo: nadie se guarda nada. Quien lo haga, corre peligro.







