Surgen nuevos indicios de que Tucumán se transforma en un centro de acopio de cocaína

Un taficeño sería el líder de una banda que traía grandes cantidades de esa droga ocultas en ruedas de camionetas. En cuatro meses se secuestró más de un 20% de este estupefaciente que todo el año pasado.

YERBA BUENA. Una pareja y el hijo de la mujer trasladaban 110 kg de cocaína escondidos en una rueda. YERBA BUENA. Una pareja y el hijo de la mujer trasladaban 110 kg de cocaína escondidos en una rueda.

Las sospechas de que una organización eligió Tucumán como centro de acopio de cocaína para luego enviarla a otros puntos del país va cobrando fuerza con el correr de los meses. A la banda, que utiliza el sistema de ocultar la droga en las llantas modificadas y que contrata a terceros para transportarla, en siete meses le secuestraron 161 kilos de ese estupefaciente. Esta teoría también se sostiene con las estadísticas: en el primer cuatrimestre se secuestraron 582 kilos de cocaína que tenían destino nuestra provincia, más de un 20% de los 497 decomisados en todo 2024.

El 6 de septiembre de 2024, en la localidad salteña de General Pizarro, en un control de rutina, Gendarmes detuvieron a dos camionetas Toyota Hilux porque tenían un andar irregular. En el control, observaron que las ruedas eran de un tamaño anormal y que sus ocupantes estaban nerviosos. Decidieron hacer una requisa y allí encontraron 110 kilos de ese estupefaciente. Fueron aprehendidos Hugo Gregorio Márquez (63 años), su pareja Alicia Lidia Molina (70) y el hijo de la última, Sergio Alberto Rodríguez (35).

La droga, según los datos que trascendieron de la causa, habría sido trasladada a una vivienda de Yerba Buena, ubicada al frente del shopping El Portal. Los investigadores siempre sospecharon que los detenidos eran meras mulas, es decir, personas que eran contratadas para transportar la droga a otras provincias.

Uno de ellos, según la información a la que tuvo acceso LA GACETA, habría aportado datos sobre cómo era la operatoria. Habría informado que la organización estaría a cargo de Juan Carlos López, con residencia en Tafí Viejo. Según su declaración, compraban la droga de proveedores bolivianos, la cargaban en Orán y desde allí la trasladaban a nuestra provincia. Aquí la tenían ocultas durante un par de días y luego las trasladaban a otros puntos del país y el remanente terminaba siendo comercializado en estas tierras.

Con esa información, los pesquisas comenzaron a investigar al supuesto líder de la banda. Descubrieron que estaba por concretar un nuevo envío y decidieron seguirlo. Los gendarmes del puesto El Naranjo lo detuvieron cuando circulaba en una camioneta Toyota Hilux como puntero (así se conoce cuando una persona cumple tareas de vigilancia y advierte sobre controles y posibles peligros) y a una Ford Ranger en la que viajaban los santiagueños Franco Gonzalo Roldán y Rocío Micaela Gramaglia. En la última camioneta descubrieron que transportaban 51 kilos de cocaína. En la audiencia de formulación de cargos se confirmó que la droga era trasladada a nuestra provincia.

Los tres fueron procesados por tráfico de droga y se les dictó la prisión preventiva. La jueza interviniente aceptó que la santiagueña cumpla con la medida con la modalidad de arresto domiciliario, ya que tiene un hijo de seis años con autismo.

Factores comunes

Estas investigaciones tienen factores comunes con otra que se inició en 2023 y que está siendo tramitada en Buenos Aires. Se trató de una organización integrada por tucumanos y santiagueños que llevaban droga desde Orán a Rosario, Córdoba y Buenos Aires ocultas en dobles llantas de camionetas. Los pesquisas, en un allanamiento realizado en Río Seco, encontraron un taller que se habría dedicado a concretar esas transformaciones. Por el caso fueron detenidos el empleado judicial Lucas Luna Sosa, Damián Exequiel Chico y Héctor Raúl Prado, todos oriundos de Tucumán.

Según la investigación, Mariano Santillán, hermano del comisionado de la localidad santiagueña de Villa Matoque, Alejandro Alfonso Santillán, traficaba la droga desde Aguas Blancas o Salvador Mazza y la trasladaba hasta nuestra provincia. Después de enfriar la sustancia (en la jerga narco significa mantenerla oculta para evitar que se la secuestren), la ocultaban en dobles fondos de llantas de vehículos para venderla en otras provincias.

Inteligencia

En las estadísticas también se pueden encontrar indicios de que Tucumán es un lugar de acopio de drogas. En las rutas del NOA, durante el primer cuatrimestre del año, se secuestraron 582 kilos de cocaína que tenían destino nuestra provincia, según las investigaciones que se realizaron. En idéntico período del año pasado fueron 29 kilos.

“Estamos analizando todos los datos que recibimos y se blindó más las fronteras para conseguir secuestrar más estupefacientes. Los resultados que se consiguieron son buenos, pero debemos mejorarlos”, dijo el secretario de Lucha contra el Narcotráfico Jorge Dib. “El gobernador (Osvaldo) Jaldo fue claro al respecto y nos dio precisas instrucciones para que avancemos con este tipo de operativos”, añadió.

El funcionario destacó además que esperan la incorporación de recursos tecnológicos, humanos y la inauguración de un centro de cinotecnia construido en Las Talitas para el adiestramiento de perros que serán entrenados para la detección de drogas. “Serán fundamentales en la tarea de controlar en el Operativo Lapacho”, aseguró Dib.

Por su parte, el ministro de Seguridad Eugenio Agüero Gamboa insistió con la necesidad de que esta sea una lucha a nivel regional. “Todos debemos aportar la información para conseguir mejores resultados. Aquí es fundamental la inteligencia criminal para detectar primero y desarticular las investigaciones”, finalizó.

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