Lily es la nueva integrante de este mundo. La pequeña es la hija de Max Verstappen que nació ayer en Niza, Francia. La bebé tiene enormes posibilidades de dedicarse al automovilismo porque seguramente crecerá escuchando las historias no sólo de su padre, también, las de su abuelo. Sucede que el vigente campeón mundial está en pareja con Kelly Piquet, hija del piloto brasileño, Nelson Piquet.
La sumatoria entre abuelo y padre arrojan un siete en cuanto a títulos mundiales se refiere. Como mínimo, a la bebé que nació sin ninguna complicación y que contó con la compañía de su papá que recibió un permiso especial por parte del equipo Red Bull para ausentarse de las ruedas de prensa del jueves en el Gran Premio de Miami, le hablarán de esas conquistas. O también le narrarán alguna de las 87 carreras que Verstappen y Piquet ganaron. Tremendo legado que habrá qué ver si querrá afrontar detrás de un volante.
La bebé es la primera hija en común entre Verstappen y Piquet. Sin embargo, el neerlandés ya ejerce un rol paternal con Penélope, la hija de Kelly nacida en 2019 fruto de su relación anterior con el ex piloto ruso Daniil Kvyat. La llegada del bebé significa que Verstappen es ahora el segundo padre en la grilla de Fórmula 1 junto a Nico Hulkenberg, quien comparte a su hija Noemi Sky con su esposa Eglė Ruskyte.







