Regularidad, oficio y compromiso: así es el aporte de Matías García a San Martín

El mediocampista combina despliegue y disciplina táctica. Mañana, contra Colegiales, quiere volver a ser fundamental.

CADA DÍA MEJOR. García es uno de los jugadores más regulares de este San Martín. Es una pieza indispensable en la estructura que tiene Martos. CADA DÍA MEJOR. García es uno de los jugadores más regulares de este San Martín. Es una pieza indispensable en la estructura que tiene Martos.

Hay jugadores que no necesitan hacer ruido para marcar el ritmo de un equipo. Son como el motor de un auto en plena carrera: no se ve, pero sin él no hay dirección ni velocidad. Matías García cumple ese rol silencioso pero vital en San Martín. El pasado fin de semana, en Sarandí, fue el engranaje que mantuvo en marcha al equipo de Ariel Martos en el triunfo contra Arsenal, con una actuación que combinó despliegue, equilibrio e inteligencia táctica. Mañana, desde las 20.10, buscará repetir ese nivel en La Ciudadela frente a Colegiales, en un duelo clave para que el “Santo” pueda seguir en la cima del torneo.

No obstante, el mediocampista no se deja llevar por los flashes del momento. Prefiere hablar desde la serenidad y con los pies bien apoyados sobre la tierra. “Lo vivo feliz, con mucha tranquilidad y compromiso”, dijo García en diálogo con LA GACETA al referirse sobre el presente futbolístico del “Santo”. Claro; su forma de decirlo transmite lo que muestra en cada presentación. “San Martín es un equipo que te exige rendir todos los partidos, así que trato de hacer una buena semana siempre para llegar de la mejor manera. No hay lugar para la relajación, porque sabemos que es un torneo muy duro y muy difícil: cualquiera le puede ganar a cualquiera”, agregó.

Contra Arsenal, sus estadísticas, otorgadas por el sitio Sofascore, respaldaron su influencia: ganó 10 de 21 duelos en el suelo, completó su único regate, interceptó tres pelotas, despejó otras tres y bloqueó un remate. Perdió 12 posesiones, pero siempre buscó recuperarse rápido. Fue el equilibrio entre la defensa y los volantes ofensivos, una pieza que nunca pierde su lugar. Justamente desde ese rol central, García entiende su responsabilidad colectiva.

“Trato de aportarle al equipo un equilibrio entre los defensores y los delanteros. Que estemos bien parados, presionar en la mitad de cancha, ser salida y opción siempre. Lo bueno que tiene este equipo es que cada uno cumple su función y es solidario a la hora de defender”, explicó “Mati”, cuyo trabajo no necesita adornos, ya que se mide en estabilidad.

A lo largo del torneo, sus números también confirman esa regularidad. Promedia 9,4 balones recuperados por partido, 1,8 despejes y una efectividad del 84% en sus pases. Además juega con continuidad: suma 1034 minutos en los 12 duelos de la temporada, todos como titular. Si bien cometió siete errores que derivaron en disparos rivales, sigue siendo uno de los ejes confiables del esquema de Martos.

Elogios a su par

Una de las claves de su buen rendimiento está en la sociedad que forma con Gustavo Abregú en la mitad de la cancha. Juntos construyen el equilibrio que sostiene al equipo, un doble cinco que mezcla quite, orden y criterio. “Siempre que me preguntan por Gustavo, solo tengo palabras de elogio. Es muy fácil jugar al lado de él, porque hace ver todo más simple. Tratamos de complementarnos y darle orden al equipo. Es muy inteligente y sabe manejar los ritmos del partido. Es muy completo, ‘Gusta’”, aseguró el ex Güemes de Santiago del Estero sobre el paulistano.

Ese entendimiento entre ambos le da a San Martín una base sólida para crecer hacia adelante. Martos lo sabe y por eso confía en la estructura.

“Me siento bien con el esquema. Siempre hay que adaptarse a lo que pide el entrenador, y por suerte tenemos un grupo sano y muy inteligente que se adapta a cualquier sistema”, remarcó García sobre el 4-3-3, valorando también la madurez del plantel.

Mañana, en La Ciudadela, el equipo buscará recuperar la contundencia como local. Hasta aquí, San Martín fue más efectivo fuera de casa, y dejó puntos en partidos donde mereció más. “Nacho” es consciente de ese deber y lo afronta con autocrítica. “Va a ser un partido muy duro, como todos los de esta categoría. Colegiales es un equipo que está muy bien trabajado. De local siento que nos está faltando un poco más de suerte y de tranquilidad en los últimos metros, porque de los tres que nos tocó empatar en La Ciudadela, me parece que contra All Boys y contra Güemes merecimos ganar”, analizó el volante. “Tenemos que seguir trabajando para no dejar pasar más puntos en casa”, avisó el 8 del “Santo”.

Mientras algunos brillan con goles o gambetas, García lo hace con orden y presencia. Sin distracciones, sin pausa, con una constancia admirable. Como ese motor que no necesita mostrar su potencia para ser esencial, su juego mantiene en marcha a un San Martín que quiere seguir acelerando. 

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