EN MEMORIA. La celebración eucarística estuvo colmada de autoridades gubernamentales y religiosas. FOTO/ Arzobispado de Tucumán
“La vida y el ministerio del Papa Francisco son un don de Dios para la Iglesia y para toda la humanidad”, expresó el arzobispo Carlos Sánchez durante la misa por el eterno descanso del Papa argentino que se celebró ayer en la Catedral de San Miguel de Tucumán, y congregó a autoridades provinciales, fieles y todo el clero local.
En su homilía, monseñor trazó un puente simbólico entre Pedro, el pontífice, y todos los creyentes. “¿Me amas?... Apacienta mis ovejas… Sígueme… Estas palabras de Jesús resucitado han resonado en el corazón de Pedro, de Francisco y hoy resuenan en el corazón de cada uno de nosotros”. Con esa frase, el arzobispo abrió una reflexión honda sobre la vocación, la entrega y el testimonio.
Durante la Eucaristía, Francisco fue recordado como un Papa que “nos ha mostrado a Jesús, salir de la propia comodidad para llegar a todos, todos, todos, con la alegría del Evangelio y la luz de la esperanza”. Sus gestos sencillos, su cercanía con los pobres y su mirada compasiva fueron evocados como señales de una Iglesia que se compromete con los más vulnerables.
“Vemos al mismo Jesús en los gestos y palabras del Papa Francisco”, señaló Sánchez quien destacó también que la alegría del Evangelio fue una constante en su modo de anunciar. “La cercanía, el abrazo, la sonrisa del Papa Francisco han sido un signo de esa alegría misionera”, indicó.
Más allá del plano eclesial, su mensaje abarcó preocupaciones universales como el cuidado del ambiente, la fraternidad entre los pueblos y la dignidad de cada persona. “Nos recordó que todos somos dignos, importantes y necesarios, que todos estamos en esta barca y que no podemos salvarnos solos”, citó el arzobispo, aludiendo a la encíclica Fratelli Tutti y la exhortación ecológica Laudato Si.
Voces oficiales
El arzobispo Sánchez, estuvo acompañado por el obispo auxiliar Roberto Ferrari, el Cardenal Luis Villalba y numerosos sacerdotes, la misa fue un momento de profunda reflexión sobre el legado espiritual, social y humano de Jorge Mario Bergoglio. Entre los asistentes también se encontraba el gobernador Osvaldo Jaldo, quien asistió en representación del pueblo tucumano.
ORACIÓN. Los presentes rezaron por el eterno descanso Francisco y recordaron su legado. FOTO/ Secretaría de Comunicación de la Provincia
“Hoy hemos venido a participar de esta misa en honor al descanso en paz del Papa Francisco. Como gobierno de la provincia, representamos a la gran comunidad de Tucumán, que tiene una profunda fe cristiana y católica”, expresó el mandatario.
Jaldo, por otro lado manifestó su pesar por no haber podido recibirlo en el país durante su papado. “Nos quedamos con las ganas de recibir su abrazo y sus bendiciones desde Argentina”, agregó.
Miguel Acevedo, vicegobernador quien también asistió, resaltó: “Este Papa nos dejó un legado invaluable a través de su Palabra, su Accionar y su Ejemplo”. Y añadió: “Debemos aprender de él y expresar esa solidaridad y unidad que siempre propuso”.
Al cierre de la celebración, Sánchez agradeció a Dios por la vida de Francisco, e hizo un llamado a la comunidad a orar por el futuro guía de la Iglesia. “Estamos seguros de que el Señor elegirá a Pedro, quien edificará su iglesia a través del ministerio de los sacerdotes y obispos”, dijo.
La misa concluyó con un mensaje de esperanza, centrado en la resurrección como núcleo de la fe cristiana. “¡Cristo ha resucitado! En este anuncio está contenido todo el sentido de nuestra existencia, que no está hecha para la muerte sino para la vida”.
En un gesto poético, se compartió un breve texto que sintetiza el deseo de una Iglesia cercana a los humildes: “Que elijas vos, Jesús… Que tenga la voz y el tono de tu madre, que derribe del trono a poderosos y enaltezca a aquellos más humildes.”







