A dos semanas de la salida del cepo, el dólar mayorista osciló entre $ 1.070 y $ 1.200. La volatilidad dijo presente, pero el impacto en precios parece haber sido contenido: la inflación de abril se proyecta debajo del 3,8%. Mientras tanto, el Banco Central todavía no sumó compras en el Mercado Libre de Cambios. Y es que desde la entidad monetaria comentaron que esto solo se daría cuando el dólar perfore los $1.000. Durante las próximas semanas, los ojos del mercado estarán puestos en el BCRA y en su tarea de acumular cerca de U$S 5.000 millones para el 13 de junio, de acuerdo con el programa con el FMI, advierte GMA. Con un tipo de cambio mayorista alejándose del piso de la banda, la compra de divisas en el mercado parece dificultarse. De no suceder esto, deberán buscar financiamiento por otras vías, como la posibilidad de otro Repo (más allá del ya anticipado por U$S 2.000 millones). De todos modos, y por lo pronto, la oferta de divisas no es el problema. Las liquidaciones del agro superan los U$S 140 millones diarios, y el incentivo de evitar mayores retenciones empuja aún más al sector. Sin embargo, del lado monetario, el escenario es complejo. A pesar de que el BCRA ha frenado su financiamiento vía pases y ha modificado las bonificaciones a los encajes bancarios, el sistema financiero parece hoy más líquido. Al menos eso refleja el elevado stock de LEFI, que saltó de $ 6 billones a mediados de abril a $11,1 billones al cierre del miércoles pasado.