
No siempre hace falta brillar para ganar, a veces basta con saber cuándo encender la chispa en el momento adecuado. San Martín entendió esta lección en su visita a Arsenal, un partido que no estuvo marcado por el espectáculo, pero sí por la efectividad. Con un rendimiento discreto, pero acertado, San Martín de Tucumán se llevó tres puntos valiosos que le permitieron recuperar la cima del torneo, demostrando que, en ocasiones, la victoria no se consigue con lujo, sino con contundencia.
A pesar de que Ariel Martos apostó por un 4-3-3 con el regreso de varios nombres importantes, el inicio del partido no fue nada fácil para San Martín. Arsenal se adueñó de la pelota desde el primer minuto y se mostró más agresivo en la ofensiva, aprovechando la ausencia de Juan Cuevas en el mediocampo.
Tal es así que el conjunto de Sarandí dominó la mitad de la cancha y creó las jugadas más peligrosas. En una de ellas, Ciro Rius estuvo cerca de abrir el marcador, pero un remate suyo fue salvado por el palo. Si bien Darío Sand no pudo hacer demasiado en esa acción, el correntino intervino con una gran tapada a un disparo de Fabián Bordagaray en los últimos minutos del partido.
El panorama no pintaba bien para los dirigidos por Martos, quienes no lograban tener control sobre el juego y se veían superados por la intensidad del local. San Martín apenas pudo generar algunas llegadas aisladas a través de Mauro Verón y Juan Cruz Esquivel, pero sin llegar a concretar.
Sin embargo, fue en ese momento, cuando el equipo necesitaba dar un paso adelante, que Gabriel Hachen asumió el rol de conductor. Su presencia en el mediocampo permitió que el “Santo” recuperara la pelota con mayor eficacia, lo que comenzó a cambiar el curso del encuentro.
A los 34 minutos, San Martín logró lo que hasta ese momento parecía una quimera: la apertura del marcador. Hachen filtró un pase para Franco García, quien, desde la derecha, envió un centro preciso para que Esquivel llegara desde atrás y, con un remate esquinado, superara a Jerónimo Pourtau. El gol, que llegó en un momento crucial, le permitió al “Santo” tomar la ventaja, aunque el dominio del partido seguía siendo disputado.
A partir del gol, el duelo entró en una fase de mayor paridad. San Martín no pudo mantener el ritmo de juego y, aunque tuvo algún que otro remate de Esquivel que fue desviado al córner, no logró generar jugadas de mayor peligro.
Los ingresos intentaron darle verticalidad al juego
Para contrarrestar la presión del “Arse”, Martos hizo una serie de cambios en el segundo tiempo, buscando mayor verticalidad y frescura en ataque. El ingresado Martín Pino estuvo cerca de aumentar la ventaja con un remate que Pourtau logró despejar de manera providencial, mientras que el debutante Anibal Paz, Ulises Vera y Agustín Prokop intentaron asociarse para generar situaciones de gol.
El final del partido fue tenso, con Arsenal presionando constantemente en busca de la igualdad, pero sin la claridad suficiente para romper la resistencia defensiva del líder.
El “Santo” no brilló, pero supo defender con orden y aprovechar la ocasión en la que más lo necesitaba. Con un rendimiento discreto, el conjunto de Bolívar y Pellegrini cumplió con los deberes y recuperó la cima. Aunque no fue una victoria deslumbrante, San Martín demostró que, en ocasiones, lo importante no es cómo se gana, sino que se consiga el resultado cuando más se necesita.