Madrid fue testigo de una caída histórica: Djokovic, eliminado en su debut ante Matteo Arnaldi

La caja mágica vibró este sábado con una sorpresa que sacudió al mundo del tenis: Novak Djokovic, actual número 5 del ranking ATP y ganador de 24 Grand Slams, quedó eliminado en su debut en el Masters 1000 de Madrid tras perder 6-3 y 6-4 ante el italiano Matteo Arnaldi (N.44). La derrota, en apenas una hora y 44 minutos, refleja el complejo momento que atraviesa el serbio, quien atraviesa una transición que él mismo definió como “una nueva realidad”.

El partido fue tan simbólico como contundente. Djokovic cometió tres dobles faltas y sumó 20 errores no forzados solo en el primer set, una muestra de su bajo ritmo de competencia sobre polvo de ladrillo, superficie en la que apenas había disputado un partido en toda la temporada. Pese a algunos intentos por levantar al público y remontar en el segundo parcial, el serbio no logró inclinar la balanza ante un Arnaldi decidido, quien aprovechó sus oportunidades y no se amedrentó ni por el rival ni por el escenario.

“Este puede haber sido mi último partido en Madrid. No sé si volveré”, admitió Djokovic tras el encuentro, visiblemente afectado por su desempeño y el escenario que se le presenta en este tramo de su carrera. A los 37 años, el serbio aceptó con serenidad el cambio de paradigma: “Es una sensación completamente diferente de la que he tenido durante más de 20 años en el circuito. Es un reto mental al que me enfrento en pista. Supongo que es el ciclo de la vida”.

El Masters de Madrid parecía ser una buena oportunidad para agarrar rodaje de cara a Roland Garros, el gran objetivo del calendario de tierra batida. Pero el presente lo encontró lejos de su mejor versión. “Mis golpes, mi cuerpo, mis movimientos… es una realidad que tengo que aceptar”, dijo el triple campeón en la capital española (2011, 2016 y 2019). Su última consagración en el circuito fue en noviembre de 2023, en el Masters de final de temporada, y desde entonces no logró hilvanar una buena racha: cayó en cuatro de los últimos cinco torneos disputados (Doha, Indian Wells, Montecarlo y Madrid), con la excepción de Miami, donde alcanzó la final.

En contraposición, Matteo Arnaldi vivió una jornada inolvidable. Con apenas 23 años y sin títulos en su carrera, el italiano firmó la victoria más resonante de su trayectoria. “Es un sueño hecho realidad. Se trata de mi ídolo. Sabía que no estaba en su mejor momento y que era la oportunidad para intentar ganarle”, expresó el joven tenista, que nunca había llegado a la tercera ronda de un Masters 1000 y ahora enfrentará al bosnio Damir Dzumhur por un lugar en octavos.

El público de Madrid, sabiendo quizás que fue la última vez que ven a Djokovic en acción sobre su arcilla, lo despidió con una ovación a la altura de su historia.