
“Me avisaron de Tucumán que LA GACETA había subido una convocatoria pidiendo a los lectores que cuenten sus experiencias en Roma. No pude hacerlo, y justo se da esta coincidencia”, dice entre risas Carlos Fernández. La ceremonia del adiós a Francisco acababa de concluir y él transitaba la explanada frente al río Tíber junto a su hermana, también tucumana, quien reside en Roma y está casada con el italiano Davide. Entre todos empujaban el cochecito de Francesca, que está a punto de cumplir un año y de lanzarse a caminar.
“Es difícil poner en palabras lo que vivimos –sostuvo Carlos-. Fue una emoción intensa, algo único. Creo que los argentinos no tomamos la dimensión de lo que nos sucedió hace años, cuando el papa Francisco fue elegido. Llegar acá y ver todo el amor que le ha brindado el mundo, no sólo el pueblo italiano, es algo incomparable. En cada centímetro que uno camina siente ese fervor, esa devoción”.
De familia originalmente oriunda de Banda del Río Salí, y de visita en Roma, Carlos reflexionó sobre la figura de Francisco y habló de lo que nos deja. “Es un legado de benevolencia, de puro amor, de reconciliación, de protección hacia los desposeídos, hacia los más humildes -consideró-. En estos días he visto videos en los que el Papa ha tenido gestos muy humanos y eso lo engrandece aún más todavía”.
“Hay varios que podrían ser sucesores en ese legado, pero habrá que esperar -añadió-. El próximo Papa tendrá un compromiso enorme con parar las guerras en el mundo, sobre todo lo que está pasando en Gaza. El peligro acecha y es una confrontación mundial, algo que está latente, con gente que quiere un conflicto por cuestiones impensadas. Pero nadie se salva cuando hay una guerra, todos pierden. Entonces el Papa que suceda a Francisco va a tener esa fuerte tarea de tomar el tema en sus manos y hacer que el mundo sea un lugar tranquilo, de paz”.
“Vivimos una emoción muy grande. Ya desde el viernes, cuando fuimos a la basílica a despedirlo, desde que entramos respiramos ese clima de la angustia de la gente -destacó la hermana de Carlos-. Para los italianos la del Papa era una imagen muy importante, muy fuerte, más que para los argentinos. Pienso que nosotros no hemos valorado a la persona que acabamos de perder. Recién ahora muchos se van a dar cuenta de todas las cosas buenas que hizo. Por eso espero que el nuevo Papa sea una persona que pueda continuar con este legado, con este camino que hemos transitado junto a Francisco”.