RECUERDO. Ayrton Senna logró su primer título en el Gran Premio de Portugal.
Conducir bajo la lluvia es uno de los mayores desafíos para cualquier piloto. La pérdida de adherencia, el riesgo de “aquaplaning” y la visibilidad reducida convierten cada maniobra en un acto de equilibrio. Sin embargo, hubo corredores que se adaptaron con maestría a ese escenario. Entre ellos, el más recordado es Ayrton Senna, que el 21 de abril de 1985 logró su primera victoria en la Fórmula 1 en una carrera épica en Estoril, Portugal, bajo un diluvio.
La relación de Senna con la lluvia era especial. Ya en 1984, con un modesto Toleman, había deslumbrado en Mónaco al remontar posiciones en plena tormenta y quedar a punto de superar a Alain Prost, cuando la carrera fue detenida. Esa actuación le ganó el apodo de “Rey de la Lluvia”. Un año después, con Lotus, volvería a mostrar que esas condiciones extremas eran su escenario ideal.
En la previa del Gran Premio de Portugal, Senna había conseguido la pole con una ventaja notable sobre Prost y su compañero Elio De Angelis. Pero el verdadero espectáculo llegó el domingo. Desde la largada tomó la delantera y nunca soltó el liderazgo, mientras detrás de él reinaban el caos y los abandonos. Keke Rosberg, Nigel Mansell y Nelson Piquet fueron solo algunos de los que no lograron completar la carrera.
Senna, que no había podido probar su auto en condiciones de lluvia, lideró con firmeza. En cada giro sacaba más ventaja y dejaba en claro que su talento podía más que cualquier dificultad climática. Incluso cuando la pista se volvió casi intransitable, el brasileño mantuvo la calma y siguió ampliando diferencias. La carrera se detuvo tres vueltas antes del final por límite de tiempo, con Senna cruzando la meta con más de un minuto de ventaja sobre Michele Alboreto.
GP de Portugal 1985, Ayrton Senna lograba su primera victoria en una carrera pasada por agua. #BoxInThisLap #F1 pic.twitter.com/qKWewriYFH
— BoxInThisLap (@BoxInThisLap) May 2, 2020
La confesión de Ayrton Senna tras su primer título en la Fórmula 1
El paulista confesó después que estuvo varias veces al borde del error y que incluso llegó a salirse de pista, pero logró mantener el control. Esa mezcla de coraje, intuición y técnica fue lo que lo convirtió en leyenda. Para la prensa especializada, como el sitio Motoring News, su actuación fue la de un navegante que supo sortear con maestría los peligros de una pista anegada donde otros naufragaban.
Esa victoria fue la primera de las 41 que conseguiría en la F1. Ocho años más tarde repetiría una exhibición bajo la lluvia en Donington Park, pero él mismo consideró que lo hecho en Estoril fue superior. Este año, su mítico Lotus 97T volvió a girar, esta vez conducido por su sobrino Bruno en Goodwood. Aquel 21 de abril de 1985, el mundo descubrió definitivamente a Senna: un piloto fuera de serie, capaz de dominar hasta la tormenta más intensa.







