¿Psicoterapia o chat GPT?
19 Abril 2025

Alejandro Matesich

Psicólogo, Especialista en Adicciones

“Ir al psicólogo y hacer terapia lleva mucho tiempo, con ChatGPT resuelvo cuándo quiero algunas cosas”, “mi psicóloga cada vez me cobraba más caro”, “el psicólogo se queda callado, solo te escucha, el chat te dice muchas cosas”.

Son estas expresiones que se escuchan hoy en día, tiempo en el que se encuentra en auge el acceso a la posibilidad de interactuar con una computadora, que está al servicio de responder todas nuestras inquietudes, y “escucharnos” cuando queremos y necesitamos hablar.

Muchas personas en la actualidad, no solo jóvenes, sino también adultos, optan por utilizar esta herramienta casi que a modo de sustitución de lo que resultaría la experiencia de ir al psicólogo y trabajar allí ciertos malestares. ¿Sirve o no sirve?

Funciona y no funciona podríamos pensar. Funciona en cierto modo, ya que es innegable la cantidad de personas que recurren y utilizan esta herramienta; que sin lugar a dudas no fue creada con objetivos terapéuticos, pero, que reúne una cantidad ilimitada de respuestas y estudios psicológicos y no psicológicos (reúne todo tipo de información), que en ocasiones y a ciertas individuos les resulta convocante consultar, y a más de uno le puede haber ayudado con alguna duda (informativa)

¿Es lo mismo o parecido a ir al psicólogo?: no funciona de esa manera. Una experiencia terapéutica, fundamentalmente entre otras cosas, se trata de un vínculo (trasferencial) entre una persona y un profesional, donde a partir de ese lazo, se establece un encuadre de trabajo que ira delimitando los pasos a seguir en la búsqueda o resolución de los conflictos o problemas de orden psicológico. Es un recorrido que lleva tiempo: el de la seguridad psicológica para de a poco poder ir hablando de lo que nos cuesta, para descubrir aquello que opera detrás de lo que nos incapacita, inhibe o angustia. Se trata de un tiempo lógico, con su fundamentación teórica, que, en psicoanálisis, parafraseando a Lacan decimos: instante de ver, tiempo para comprender, momento de concluir; es una estructura lógica.

El chat GPT ofrece la inmediatez; no hay tiempo lógico, ¡está basado en el YA! de la respuesta; habilita una cantidad de información, que en ocasiones desborda la propia cronología de la pregunta que un usuario pueda hacer; es decir, tantas respuestas en parte, más que desahogar, pueden ahogar.

¿En qué contexto y en marco de que se inscribe esta práctica?, ¿Podríamos pensar esta experiencia como una modalidad de consumo?: considero que sí. En definitiva, se trata del consumo de información, ya que por más humana que pueda resultar la conversación con el chat, éste en realidad solo es un operador computacional que reúne como dijimos una cantidad ilimitada de información, y que el tipo de respuestas que nos pueda brindar, está basado en estudios, teorías, trabajos y publicaciones científicas que se conocen ya en el mundo. El chat da respuestas en base esa información, responde como se supone se debería responder a una persona que sufre ansiedad, angustia, depresión y/o otros problemas psicológicos emocionales, borrando así, la propia idiosincrasia del consultante, su rasgo particular. Solo da respuestas que estadísticamente se utilizan ante tales problemas, sin discriminar por qué o la causa de esos malestares específicos.

Proceso de acompañamiento

En un proceso terapéutico, se trata muchas veces no solo de dar respuestas a preguntas o problemas que presentan los pacientes, sino, numerosas ocasiones requieren un proceso de acompañamiento: “poner el cuerpo” y estar ahí con ese otro que sufre y que de a poco puede ir habilitándose a hablar y atravesar por ciertos temas. Los silencios, algunos gestos, alcanzar un pañuelo cuando la angustia desborda, son verdaderas intervenciones que posibilitan en compañía, ir recorriendo ese camino particular de sufrimiento.

¿No se entrevé que, con el uso de ésta tecnología, en definitiva, terminamos quedándonos aislados y solos?; respondiendo y cumpliendo así con uno de los imperativos más voraces que instala el capitalismo: el individualismo a ultranza. No sería aventurado pensar que, en un tiempo, como un subproducto de esta práctica, (entre otras cosas) se observe y escuche un incremento de la soledad; ese estado emocional y subjetivo que casualmente ya padecen numerosas personas en este mundo actual en el que vivimos.

O más bien, observando este fenómeno, ¿no estamos ya ante un indicador de soledad? Tal vez haya habido malas experiencias terapéuticas, seguramente requiere tiempo, pero no solo el sufrimiento o el atravesar ciertos problemas, también los logros o las cosas lindas que tiene la vida, siempre y en todo momento son con un otro.

Comentarios