La salud mental poco a poco deja de ser un tema tabú en el mundo del trabajo y comienza a generar cambios concretos en la gestión del bienestar de los empleados. Una de las tendencias más llamativas llega desde Asia, donde algunas empresas en países como Japón, India y Filipinas comenzaron a otorgar días libres por desamor.
Si estás atravesando una ruptura amorosa, podrías tener licencia para procesar la situación sin tener que cumplir con tus tareas laborales.
Aunque la idea puede sonar insólita a primera vista, responde a una realidad cada vez más reconocida: el dolor emocional también impacta el desempeño, la concentración y la productividad. Las emociones personales no se quedan en la puerta de la oficina y cada vez más organizaciones entienden que los colaboradores necesitan tiempo para reponerse.
Un nuevo enfoque sobre el bienestar
Estas licencias, que ya se conocen informalmente como “días por corazón roto”, forman parte de un enfoque más humano y empático en la gestión del personal. En lugar de exigir rendimiento constante sin considerar lo que le pasa al empleado, algunas compañías están eligiendo mirar más allá de los KPI para priorizar el cuidado integral.
Según expertos en psicología laboral, las crisis personales, como el final de una relación significativa, pueden generar estrés, ansiedad e incluso síntomas depresivos. Ignorar esas situaciones puede afectar no sólo al individuo, sino también al clima laboral general y la dinámica del equipo. De hecho, estudios recientes indican que el dolor emocional no procesado puede reducir la capacidad de concentración y aumentar el ausentismo.
Si bien por ahora estas políticas no están generalizadas, y se aplican sobre todo en empresas más innovadoras o con planteles jóvenes, el debate ya se coló en otros rincones del mundo. ¿Debería ser la salud emocional una prioridad en todos los entornos laborales? La respuesta, para muchos, es un rotundo sí.
En India, por ejemplo, una startup tecnológica implementó hasta tres días de licencia por ruptura sentimental, reconociendo que el “corazón roto” puede ser tan paralizante como una gripe fuerte. En Japón, una empresa de cosméticos ofrece licencias dependiendo de la edad del empleado: los menores de 25 años pueden tomarse dos días, mientras que los mayores de 30 acceden hasta a tres jornadas libres.