El choque de dos continentes será inminente
Aunque nuestros ojos no puedan verlo, la Tierra se está moviendo y por más imperceptible que parezca, sus consecuencias serán monumentales. Australia se acerca cada vez a Asía y el pronóstico del choque es inminente, mientras que los efectos podrían cambiar por completo los paisajes, el clima y la fauna de aquellos lugares.
En algún momento, todos los continentes estaban unidos en un supercontinente conocido como Pangea. Pero con el tiempo, las fuerzas tectónicas lo fragmentaron, dando origen a la configuración actual que ahora nuevamente parece deshacerse. Australia se unirá con Asia para dar lugar a una nueva gran masa de tierra.
Un cercamiento imperceptible pero monumental
Australia nunca estuvo quieta, desde hace millones de años su desplazamiento fue una constante en la evolución del planeta. Se encuentra sobre la placa indoaustraliana, la más rápida de la Tierra, lo que la lleva a avanzar hacia el norte a un ritmo de siete centímetros por año, una distancia comparable al crecimiento anual de las uñas humanas, indicaron desde el medio especializado en ciencia y tecnología, Gizmodo.
Este fenómeno se inscribe en la dinámica geológica del planeta, donde las masas continentales se separan y se reagrupan con el paso de los milenios. Hace aproximadamente 35 millones de años, Australia se desvinculó de la Antártida y comenzó su actual trayectoria en dirección al Océano Índico. Los expertos calculan que, dentro de 20 a 30 millones de años, completará su unificación con Asia, generando un nuevo escenario geopolítico y ecológico.
Los significativos cambios que ocurrirían en el planeta
En un futuro, la unificación con Asia podría dar lugar a la creación de nuevas cadenas montañosas y alteraciones en los patrones climáticos. La fricción entre la placa indoaustraliana y las placas tectónicas asiáticas podría provocar terremotos más frecuentes e intensos, afectando a poblaciones y ecosistemas de la zona.
Uno de los efectos más significativos podría recaer sobre la fauna australiana. Especies icónicas como los canguros y los koalas se enfrentarán a la competencia con mamíferos asiáticos. Este encuentro entre ecosistemas podría provocar cambios en los hábitos de alimentación, adaptaciones evolutivas e incluso la extinción de algunas especies incapaces de sobrevivir a la nueva realidad ecológica.
Además, el impacto entre ambos continentes podría alterar la dinámica de los océanos, los climas y las especies que habitan en ellos. Si bien este evento tardará millones de años en completarse, sus efectos serán determinantes en la evolución futura de la Tierra.
Consecuencias en el presente
La historia geológica de la Tierra demuestra que la colisión de continentes genera profundos cambios en la geografía y el clima. Por ejemplo, cuando Australia ingresó en aguas tropicales, se dieron las condiciones ideales para la formación de la Gran Barrera de Coral, uno de los ecosistemas marinos más importantes del mundo
Aunque la colisión final está muy lejana en el tiempo, las consecuencias de este desplazamiento ya comienzan a notarse. Un ejemplo es la inexactitud de los sistemas de posicionamiento global (GPS), que han requerido ajustes para compensar el movimiento del continente. En 2017, Australia tuvo que modificar oficialmente sus coordenadas geográficas en 1,8 metros para mantener la precisión en la navegación y la cartografía.








