
Un alimento que cobró popularidad gracias a las dietas veganas y vegetarianas.

La soja es uno de los granos que más produce Argentina. Sin embargo, no estamos acostumbrados a utilizarla como parte de nuestras comidas en el día a día. Aunque forma parte esencial de muchos alimentos, no somos conscientes de su presencia el 100% de las veces, y mucho menos de sus amplias propiedades.
Se trata de un alimento que tiene un mayor nivel de proteína que las carnes rojas. Una forma fácil de incorporarla a nuestro menú es utilizarla en su versión texturizada. Esto es, una versión triturada de la soja que la asemeja al burgol luego de un proceso en el que se eliminan su grasa y su piel.
Entre los beneficios de la soja se menciona en primer lugar su alto contenido en proteínas, ideal para los deportistas y para las dietas veganas y vegetarianas. Es rica en fibras y es útil para regular el tránsito intestinal. Para los diabéticos puede ser una buena aliada porque tiene bajos niveles de glucosa, además de ser baja en grasas saturadas, colesterol y sodio.
Opciones para empezar a comer soja texturizada
La popularidad de la soja texturizada creció de la mano de las dietas veganas y vegetarianas. Pero a medida que se difunden sus propiedades, son más las personas que buscan incluirla en su dieta. Se trata de una forma natural de comer más saludable y reducir la ingesta de carne.
Tal vez el uso más frecuente de este ingrediente sea el que se le da para elaborar la llamada carne de soja, una variante deliciosa que se puede preparar con el sabor deseado y que aporta menos grasas que las carnes rojas. La nutricionista Laura Parada describe a la soja texturizada como “versátil e ideal para convertir en la preparación que más nos guste”.
“Muchas personas la ponen a remojo en caldos, zumos, agua con condimentos, como especias o salsa de soja y otros ingredientes que le den sabor agradable”, indica Parada. Otras buenas opciones son las ensaladas, albóndigas, hamburguesas, sustitutos de la carne molida, embutidos y snacks.
La soja texturizada también es buena para incluir en los desayunos y las meriendas, en opciones como galletas, tartas, batidos, smoothies y postres de todo tipo.








