EXPORTACIONES. El limón registró ventas por un valor de U$S 439 millones durante 2024.
En medio de las expectativas por el posible tratado de libre comercio entre la Argentina y Estados Unidos, y de la firma de la enmienda del acuerdo antidumping por el jugo de limón, la decisión del presidente del país del norte, Donald Trump, de aplicar aranceles al comercio exterior, puso en guardia al sector citrícola. “No hay ninguna definición. Solo resta esperar sobre las medidas que adoptará Estados Unidos”, fue la contestación que los exportadores del limón recibieron desde el sector diplomático argentino, con decisión en lo comercial.
Trump arrancó la semana con el anuncio de la implementación de aranceles a las importaciones de productos agrícolas a partir del 2 de abril. También confirmó incrementos en los gravámenes, de un 25%, de los productos que ingresan de otros dos socios regionales: México y Canadá. Y, por si fuera poco, le aplicó el aumento del 20% a los productos que ingresan desde China. Todo esto desató una guerra comercial que impactó en los mercados bursátiles.
Estados Unidos es el principal destino de la fruta fresca, del jugo y del aceite de limón. Las dudas de los citricultores se asientan en las propias palabras de Trump que no dio detalles acerca de qué países y qué productos se verían afectados. Tampoco habló sobre regímenes de excepciones, en medio del optimismo argentino acerca de un posible avance de un acuerdo de libre comercio con el principal mercado global, un objetivo fijado por la gestión del presidente Javier Milei. “Hay que ser muy cautos y esperar definiciones del gobierno de Donald Trump. Una decisión de aranceles afectaría el primer destino para fruta fresca; se trata de un negocio que ya viene sufriendo complicaciones hace cuatro años”, indicó a LA GACETA el presidente de la Asociación Citrícola del Noroeste Argentino (Acnoa), Pablo Padilla.
La situación de limón no es la ideal, marcada por una serie de factores estructurales y coyunturales que han afectado tanto la competitividad como las condiciones locales de producción. La Argentina es el mayor productor y exportador mundial de limón industrializado, con una industria bien integrada que abastece tanto al mercado de fruta fresca como al de derivados industriales (jugos concentrados, aceites esenciales y cáscara deshidratada). Esta estructura altamente especializada y orientada a la exportación ha sido una ventaja competitiva, pero también expone al sector a fluctuaciones de mercado y crisis de sobreproducción, como la que hoy enfrenta la industria.
La sobreproducción de limón generó un excedente de fruta que no puede ser absorbido completamente por la industria de procesamiento. La alta capacidad instalada de la molienda no es suficiente para equilibrar la oferta y la demanda en tiempos de crisis. La caída de los precios de la fruta fresca y la dificultad de ajustar la producción a las fluctuaciones del mercado son factores que alimentaron la crisis de la actividad. A ello se suma una pérdida de cerca de 6.000 hectáreas de campos productivos, además de otras 12.000 que hoy tienen mantenimiento mínimo o, directamente, no son tomados en cuenta para producir. Según los actores de la actividad, se espera que la molienda de este año sea de 1,2 millones de toneladas, por debajo del promedio de los últimos cuatro años (1,4 millones). Además, se prevé que esta temporada podría perforar el piso de 150.000 toneladas de exportación de fruta fresca, cuando el volumen promedio estaba en torno de las 250.000. De darse este escenario, los empaques podrían disminuir su ritmo de trabajo.
El año pasado se exportaron 171.555 toneladas de limones; el 55% de ese volumen tuvo como destino Estados Unidos. La comercialización externa de la fruta fresca había llegado en 2021 a las 265.500 toneladas, lo que evidencia aquella pronunciada baja que se observa en las exportaciones.
El Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) difundió ayer su informe sobre los Complejos Exportadores. Se trata de un reporte en el que compara la comercialización externa durante 2024 respecto de 2023. En el caso del “complejo limón” el diagnóstico oficial indica que el año pasado se registaron ventas por un valor de U$S 439 millones (0,6% de las exportaciones totales de la Argentina ) y creció 7,4% respecto del año anterior, es decir, de 2023. Los despachos se distribuyeron entre aceite esencial y otras preparaciones (48,3%); jugo (29,2%); y limones (22,5%), representando cada uno de estos porcentajes las ventas de Manufactura de Origen Industrial y de Origen Agropecuario y de Productos Primarios, respectivamente. Dos países concentraron 69% de las exportaciones. Los principales destinos fueron a los países del Acuerdo Comercial Estados Unidos, México y Canadá (U$S 201 millones, con una participación de Estados Unidos del 96,3%) y Unión Europea (U$S 173 millones).
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