Foto: Gonzalo Cabrera Terrazas / La Gaceta
El partido entre Patronato y San Martín rompió la monotonía de un fin de semana sofocante en Paraná. Bajo un sol implacable y con 36 grados de sensación térmica, la ciudad parecía adormecida, como si el fútbol no tuviera lugar en sus calles. No se vieron camisetas “Rojinegras” flameando en los balcones ni cantos retumbando en las esquinas. Recién a metros del Presbítero Bartolomé Grella, los hinchas del “Patrón” comenzaron a aparecer, como si el fervor futbolero sólo se despertara en las inmediaciones del estadio.
La escena contrastó con lo que se vive en otras ciudades del país donde el fútbol es parte del paisaje urbano durante toda la semana. En Paraná, en cambio, la pasión parece activarse solo en momentos puntuales. Para muchos, el epicentro del fútbol entrerriano no está en su propia capital, sino del otro lado del Puente Subfluvial, en Santa Fe, donde Colón y Unión acaparan la atención y los grandes espectáculos deportivos.
Sin embargo, aunque la ciudad no tenga el ruido mediático de otras plazas futboleras, la historia de Patronato y sus rivales locales demuestran que la pelota sí tiene un poco de lugar en la identidad paranaense.
Tal es así que el único movimiento fuera del estadio durante la mañana del domingo se dio en el Hotel Gran Paraná, donde Alan Bonansea, delantero del “Patrón”, recibió a algunos familiares en la previa del encuentro.
ACOMPAÑADO. Alan Bonansea, jugador de Patronato, recibe a su familia. Foto: Gonzalo Cabrera Terrazas / La Gaceta
Claro; Paraná tiene una particularidad. Aunque muchos de sus habitantes se identifican con River y Boca, la ciudad cuenta con clásicos propios que marcaron su historia futbolística. Patronato tiene como rival a Atlético Paraná, un equipo que supo competir en la Primera Nacional en 2017 y que representa uno de los duelos tradicionales de la región. Además, clubes como Belgrano de Paraná, Sportivo Urquiza y Peñarol dejaron su huella en torneos federales y regionales.
“En Entre Ríos, Patronato es el club más importante, pero la mayoría es hincha de River y Boca. Sin embargo, en comparación con Santa Fe, Paraná no es tan futbolera. Hay un amor por el fútbol, pero no se traduce en multitudes en las canchas”, explicó Rodrigo Rosetti, periodista de TyC Sports que llegó al estadio abanicándose con la hoja de las formaciones debido al incesante calor.
Esta percepción de una ciudad menos apasionada por su fútbol es un tema recurrente entre los periodistas locales.
Mauro Andrés Gaggino, de Radio Plaza 94.7, matizó esta visión, resaltando el peso del fútbol amateur.
“Si bien no es una ciudad futbolera en el sentido de llenar estadios cada fin de semana, sí hay pasión por la pelota. Paraná es una de las capitales con más ligas y presencia en el fútbol amateur. Pero una cosa es amar el fútbol y jugarlo, y otra es la pasión de ir a la cancha a alentar a un equipo”, aclaró Gaggino.
Mientras que su colega Simón Marcelo Volcoff, de LT14 Radio Nacional General Urquiza, sumó un dato clave sobre la diversidad deportiva de la ciudad. “Para una ciudad de 350 mil habitantes, hay muchos clubes con pasiones divididas. Patronato, Atlético Paraná, Sportivo Urquiza, Peñarol y Belgrano representan el fútbol, pero también están Estudiantes, Rowing, Talleres, Echagüe, Sionista y Ciclista, que destacan en disciplinas como básquet, rugby y hockey. Es un ecosistema deportivo muy amplio”, aseguró Volcoff, que destacó otras disciplinas de la ciudad.
El debut de Patronato en casa contra San Martín
El primer partido del año como local para Patronato sirvió no sólo para reencontrarse con el equipo, sino también para avivar las ilusiones de cara a una temporada que puede traer nuevas alegrías. Aunque la ciudad parezca fría en la previa, cuando el equipo sale al campo, la historia cambia.
El “Patrón” genera una conexión especial con sus hinchas, quienes todavía tienen fresca en la memoria la epopeya de 2022, cuando el club hizo historia ganando la Copa Argentina y disputando la Copa Libertadores en 2023.
“Se respira otro aire este año. El técnico formó un grupo sólido, y eso es lo que a la gente le genera expectativas. Es un DT que conoce la categoría, laburador, y eso se nota en la actitud del equipo. Creo que podemos pelear por el ascenso”, dijo Norberto, padre del arquero titular Iván Chaves.
Foto: Gonzalo Cabrera Terrazas / La Gaceta
Mientras que para muchos, más allá del resultado, el hecho de volver al Grella y reencontrarse con el club es motivo suficiente de emoción. Pablo Patricio Bortozzi, hincha desde hace décadas, recordó con nostalgia el logro más importante en la historia del “Patrón”. “Lo de 2022 fue algo inolvidable. Nosotros viajamos a Santa Fe para ver al equipo en la Libertadores. Hacía un frío terrible, pero fuimos igual. No sé si lo volveremos a ver, pero hay que aprovechar cada momento así. Esa Copa Argentina quedó en la historia y siempre será nuestro orgullo”, dijo Bortozzi, mientras se le inflaba el pecho.
Fernando López, otro seguidor del “Rojinegro”, resaltó el cambio en el plantel y la ilusión que se renueva cada año.
“Este equipo me gusta porque arrancó bien, se nota que tienen hambre de gloria. Creo que podemos pelear arriba. Patronato tiene que volver a Primera, esa es la meta”, sentenció López, que salió con lo justo al estadio tras comprar una botella de agua para combatir el calor.
Carlos Ramírez, un hincha que asistió con su hijo, valoró el hecho de que Patronato siga siendo un referente en el fútbol entrerriano. “Siempre dicen que en Paraná no hay pasión por el fútbol, pero nosotros estamos acá, alentando como siempre. Patronato es el club que nos representa y lo vamos a seguir en todas”, exclamó.
Mientras algunos dudan del fervor futbolero de Paraná, cada partido en el Grella demuestra que la pasión por Patronato sigue intacta. Puede que la ciudad no viva el fútbol con la misma intensidad que Santa Fe o Buenos Aires, pero cada vez que el “Patrón” salta a la cancha su gente está ahí. Pese a que en este nuevo inicio de local, el equipo dejó una imagen timorata y terminó de rodillas ante el “Santo”.








