Son muchas las causas por las que una persona puede perder o ganar peso, y también muchas aquellas por las que puede no lograr aumentar o adelgazar. Entre las que aparecen de manera más frecuente para intentar explicar todos estos fenómenos, se menciona siempre el metabolismo.
Pero, ¿qué es y qué implica que sea “lento” o “rápido”? El Instituto Nacional del Cáncer, de Estados Unidos, define al metabolismo como un conjunto de cambios químicos que se presentan en una célula u organismo. Estos cambios producen la energía y los materiales que las células y los organismos necesitan para crecer, reproducirse y mantenerse sanos.
Por su parte, el sitio de medicina MedlinePlus define al metabolismo como todos los procesos físicos y químicos del cuerpo que convierten o usan energía. Entre ellos, menciona la respiración, circulación sanguínea, regulación de temperatura corporal, contracción muscular, digestión de alimentos y nutrientes y eliminación de desechos mediante orina y heces.
¿Qué es un metabolismo lento?
Si el metabolismo son todos los procesos mediante los cuales hay una movilización o desgaste de energía, hablar de metabolismo rápido o lento tendrá una relación con la velocidad a la que se realicen esos procesos. Son conceptos que también se utilizan para hablar de cuántas calorías quema el cuerpo a lo largo del día y de allí su relación con la pérdida de peso.
Se considera que una persona con metabolismo lento no utiliza la misma cantidad de energía que una persona con un metabolismo rápido para hacer las mismas actividades. Los especialistas señalan que, sea cual sea el ritmo del organismo de una persona, hay factores que lo alterarán.
¿Cómo acelerar el metabolismo para perder peso?
La genética, la edad, el sexo, la composición corporal y el ritmo de vida diario son los factores que afectan directamente en el metabolismo de una persona. Las actividades como el ciclismo o la natación ayudan a elevar el ritmo cardíaco, lo que lleva a quemar más calorías al hacer ejercicios.
Una recomendación para perder peso es cuidar la salud y consumir cantidades modestas de alimentos saludables. No permitas que el ejercicio te dé una excusa para excederte en las comidas hipercalóricas.
Otros hábitos básicos para aumentar poco a poco el ritmo del metabolismo son: el cardio suave en ayunas a primera hora de la mañana, comer mucha fruta y verdura, priorizar las proteínas en nuestra dieta, reír mucho y ser feliz, combatir el estrés con deporte y ejercicio diario y, sobre todo, comer mucha fibra.








