Recuerdos fotográficos: el poder en primera fila
En este espacio, buscamos revivir el pasado por medio de imágenes que se encuentran guardadas en ese tesoro que es el Archivo de LA GACETA. Esperamos que a ustedes, lectores, les haga reencontrarse con el pasado y que puedan retroalimentar con sus propios recuerdos esta nueva sección.
Las escalinatas de la Casa de Gobierno tienen un encanto especial. Y, si es para la foto, el mensaje es aún mayor. No cualquiera está trepado en esos peldaños. Pero además si hay un fotógrafo enfrente no es lo mismo estar en el primero que en el cuarto escalón. También hay un protocolo para respetar que impone distancias y vestimentas.
Cuando el más poderoso ordena que alguien se ponga al lado lleva implícito todo un mensaje de poder fácil de descifrar y difícil de contrarrestar. Fue así desde hace muchos años y se ha convertido casi en una tradición. Así como el juramento indica un comienzo de etapa y de responsabilidades, el primer día en el que se sube a esa escalera es un momento trascendental para aquellos que han sido convocados a la vida pública. Hay un antes y un después de esa salida a escena.
La foto seleccionada para hoy por Jorge Olmos Sgrosso recuerda las fiestas del Centenario de nuestra independencia. En realidad revive un hecho ocurrido un día antes. Aquel 8 de julio de 1916 posan para siempre autoridades que tenían el poder en el NOA y en otras provincias más al sur. De izquierda a derecha se puede ver, con sombrero de copa, en la primera fila, Eudoro Avellaneda; el gobernador de Jujuy, Daniel Ovejero; el de Salta, Abraham Cornejo; el titular del Poder Ejecutivo de Córdoba, Eufrasio Loza; le siguen el ministro de Justicia de la Nación, Carlos Saavedra Lamas; el gobernador de Tucumán, Ernesto Padilla; el de Santa Fe, Rodolfo Lehmann; el de Catamarca, Guillermo Correa y finalmente, David Peña.