Buscan a los autores del primer crimen del año en Tucumán

Buscan a los autores del primer crimen del año en Tucumán

El joven murió tres días después de haber sido baleado en el sur de la Capital. Todo se habría originado por una deuda de un lavado de una motocicleta.

DOLOROSA DESPEDIDA. Familiares, vecinos y compañeros de Enzo Núñez cargaron el féretro con sus restos por las calles del barrio San Fernando. la gaceta / fotos de ines quinteros orio

Pasan las horas y los sospechosos del primer crimen del año siguen sin aparecer. La violencia intravecinal, principal móvil de los homicidios de 2024, fue la causante de esta muerte violenta. La víctima fue herida el domingo de dos balazos en el sur de la capital tucumana y murió tres días después en un hospital.

Enzo Núñez vivía en el barrio San Fernando. De día era jardinero y por la tarde trabajaba como cadete en una empresa de mensajería. Los fines de semana atendía el lavadero que había montado en su casa. “Era un chango que no paraba de laburar todo el día. Ahora lo mataron a sangre fría y no tuvo tiempo de defenderse. Toda la familia está movilizada por su muerte y no pararemos hasta que se haga justicia”, señaló su primo Marcos Juárez.

Según las primeras averiguaciones, semanas atrás, en el lavadero de la víctima se presentó un tal “Kevin” para que le hiciera un trabajo especial en su motocicleta. Núñez realizó la tarea y, al ser vecinos de toda la vida, aceptó que le quedara debiendo $5.000. Pasaron los días y el joven no cancelaba la deuda.

El domingo, la víctima se cruzó con el dueño del rodado y le pidió que le pagara el dinero que le debía. Hubo una fuerte discusión que no pasó a mayores, pero sí se escucharon amenazas de que esa pelea no finalizaría ahí. “Nunca nos imaginamos que terminaría así. Enzo no era un chico peleador, al contrario”, destacó el pariente.

El mortal ataque

Por la tarde, Núñez salió de su casa. En la esquina de Juan Padrós y Amador Lucero, fue alcanzado por “Kevin” que circulaba en una moto que era conducida por su padre, que fue identificado como un tal “Pelusa”. Los dos más jóvenes se trenzaron a golpe de puños, mientras que el mayor observaba todo lo que ocurría desde el rodado.

Como su hijo estaba recibiendo una feroz golpiza, “Pelusa” decidió intervenir. “Se bajó de la moto y sacó un arma. Primero le disparó en el pié y luego en el pecho. Antes de marcharse, le puso el arma en la cabeza y gatilló, pero el proyectil no salió. Después se escaparon del lugar y no volvimos a saber más de ellos”, relató Juárez en una entrevista con LA GACETA.

PEDIDO. Los cadetes de una aplicación marcharon.

Los vecinos se mostraron sorprendidos por el caso. Gran parte del barrio San Fernando lloró esta muerte. “Somos como una gran familia. La víctima era un chango trabajador, pero los homicidas también. No entendemos qué pasó, por qué se llegó a esta instancia”, indicó Fernando García.

“Esa gente se conoce de toda la vida. Viven a poco más de 100 metros. No entendemos qué pasó por la cabeza de ese hombre. Debe haber estado machado o drogado para hacer algo así”, comentó Dolores Blanco. “El chico que murió es conocido en el barrio porque era inquieto, muy laburante. Lo único en que pensaba era en trabajar para ayudar a su familia”, añadió.

“Los barrios que están fuera de las cuatro avenidas se transformaron en una especie de lejano oeste. Es tanta la inseguridad que soportamos que muchos andan armados todo el tiempo. Y cuando se produce cualquier problema, no dudan en utilizarlas. En este caso, en una pelea a mano limpia, se metió un tercero y disparó. Esas son las consecuencias”, recalcó Luis Jiménez. “Lamentablemente, hoy dos familias conocidas se están lamentando por lo que sucedió”, añadió el hombre.

Dolor y custodia

Núñez fue trasladado de urgencia al hospital Padilla. Los médicos les dijeron a sus familiares que la recuperación sería lenta. El balazo le había destrozado el tobillo y la herida en el pecho no habría sido tan grave. “Aquí creemos que hubo negligencia por parte de los doctores que lo atendieron. Nos dijeron que estaba bien y que la herida en el pecho era seria, pero no grave. Su cuadro empeoró hasta que murió. Después nos enteramos de que los profesionales no habrían hecho ningún estudio para detectar dónde estaba la bala”, añadió el vocero de la familia de la víctima.

Juárez es primo de Enzo y vivieron toda la vida en casas contiguas. “Éramos como hermanos y por eso duele tanto su muerte”, explicó. “Más allá de las dudas que tenemos por la atención que recibió, nuestra prioridad es que caigan los autores del hecho. Han pasado varios días y estas personas desaparecieron. Pareciera que nadie los busca. Lo más indignante es que ellos tienen custodia policial en la puerta de la casa y nosotros tuvimos que esperar varias horas el cuerpo para velarlo”, sentenció.

Los vecinos dijeron que, después del ataque, “Kevin” y “Pelusa” se fueron del barrio y que sus familiares directos nada quieren decir sobre el hecho. Según sus testimonios, el padre sería el verdulero de la zona.

El fiscal Carlos Sale está investigando el caso. Hasta el momento tendría los testimonios necesarios para imputar el delito a los sospechosos. Sin embargo, los acusados siguen sin aparecer, pero no se descarta que se presenten en las próximas horas ante las autoridades.

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