El bienestar psicológico es un desafío constante en Argentina, y las vacaciones pueden ser una oportunidad clave para consolidarlo. Según un informe del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la UCA, más del 26% de los argentinos experimenta malestar psicológico, con una prevalencia mayor en mujeres (30,5%) que en hombres (22,8%). Por otro lado, el Observatorio de Psicología Social Aplicada de la UBA destaca que el 9,4% de la población está en riesgo de desarrollar un trastorno mental, siendo los jóvenes los más afectados. Estos datos subrayan la importancia de adoptar hábitos que promuevan la salud mental, especialmente durante el período de descanso.
El psicólogo Roberto González Marchetti subraya la importancia de cuidar la salud mental durante las vacaciones, considerando que esta influye directamente en las relaciones, el desempeño laboral y la capacidad de disfrutar los pequeños momentos. Para este 2025, propone prácticas que ayudan a equilibrar el bienestar emocional en este período tan esperado.
Priorizar el bienestar
El especialista propone una serie de consejos útiles y remarca que el descanso no debe considerarse un lujo, sino una prioridad. Entre las recomendaciones que brinda, señala:
• Establecer rutinas saludables: Crear hábitos simples y realizables ayuda a regular el sueño y a reducir el estrés.
• Dormir lo suficiente: Es clave dormir entre seis y ocho horas diarias para equilibrar las emociones y mejorar la capacidad cognitiva.
• Practicar mindfulness: Este método de atención plena es la capacidad de prestar atención de manera consciente a la experiencia del momento presente con interés, curiosidad y aceptación. Dedicar unos minutos diarios a la meditación o respiración consciente reduce la ansiedad y mejora la concentración.
• Desconectar de la tecnología: Especialmente antes de dormir, evitar los dispositivos electrónicos favorece un descanso más reparador.
• Fomentar relaciones positivas: Pasar tiempo con personas de confianza y hablar de los sentimientos contribuye al alivio emocional.
• Hacer ejercicio: La actividad física regular libera endorfinas, reduciendo el estrés y generando sensación de bienestar.
• Alimentarse de forma saludable: Evitar los excesos de café, alcohol y otros estimulantes mejora el equilibrio mental.
- Dedicar tiempo a actividades recreativas: Realizar actividades creativas como pintura o música puede ser muy terapéutico.
• Buscar ayuda profesional: Si la ansiedad o el estrés son persistentes, acudir a un psicólogo es fundamental.
Vacaciones Familiares
Guadalupe Martínez Hynes, de 35 años, viajó con su pareja y su hija de tres años a Mar Azul. Para ella, mantener algunas rutinas es esencial: “Hacemos lo que va surgiendo, pero tratamos de tener rutinas como la hora del baño, que es siempre a la noche para relajarnos. Aunque hubo momentos de mucho estrés, como los primeros días de viento fuerte en la playa o el miedo a que ocurriera algún accidente porque mi hija dejó los pañales recientemente, logramos disfrutar en familia”, agregó.
Guadalupe destaca que estar acompañados por familiares ayudó mucho: “Si estuviésemos solo los tres, sería agotador. Entre todos es más fácil entretener a los chicos, porque si no, los padres no descansamos”.
Descanso total
Daniela Sosa, aprovecha las vacaciones en Tucumán para desconectarse por completo de lo laboral, aunque este verano no viaje a ningún sitio: “No me estresa la vuelta al trabajo ni me genera ansiedad. Aprendí a disfrutar del descanso porque sé que, después, es difícil rendir bien laboralmente.
La joven de 31 años resalta que estas pausas le permiten regresar con una mentalidad renovada y comenta: “Soy de las que se toma en serio no pensar en el trabajo mientras estoy de vacaciones, me dedico a mi vida personal y social.”
Viajar para conocer
Antonella Cardozo (32), viajó a La Paz, Bolivia, junto a su pareja Lucas Ramírez (40). Aunque planificaron el viaje con tiempo, enfrentaron desafíos físicos debido a la altura y al cansancio: “Este tipo de viaje no está pensado para descansar, sino para conocer. Nos desconectamos de Tucumán y de los celulares, pero descansaremos al volver a nuestra casa”, explica Lucas.
Antonella agrega que el asombro y la curiosidad de estar en un lugar nuevo quitan la ansiedad del viaje. “No llegamos a relajarnos por completo, pero salir del contexto diario es muy revitalizante”, finalizó la mujer.
Invertir en salud mental
González Marchetti concluye que priorizar el bienestar mental durante las vacaciones no solo mejora la calidad del descanso, sino que también prepara a las personas para enfrentar el año con más equilibrio y energía. “Este 2025 es una oportunidad para invertir en nuestra salud emocional y hacer del descanso un verdadero momento de bienestar”, cierra.