Es primo de un ex Boca, salió cuatro veces campeón de la Liga Tucumana y sueña con ascender al Federal A
Patricio Krupoviesa se inspiró en la carrera de su primo, Juan, para dedicarse al fútbol e hizo inferiores en Casa Amarilla. Ahora, con la camiseta de Unión del Norte, anhela subir a la tercera categoría del fútbol argentino.
Pelotas, arcos, camisetas… ¿Qué niño no soñó con ser futbolista? Probablemente, si estuviésemos en una sala, la mayoría habría levantado las manos. El fútbol forma parte de la cultura argentina, quizá por la facilidad de encontrar ídolos: Lionel Messi, Diego Armando Maradona, Mario Alberto Kempes… La lista podría ser infinita. Pero hay otros casos más terrenales, como la historia de Patricio Krupoviesa, quien encontró un ejemplo en su primo Juan Krupoviesa, aquel defensor aguerrido que defendió las camisetas de Estudiantes y Boca. La influencia fue tal que ambos comparten el mismo oficio dentro de la cancha. Y, si bien la carrera de “Pato” no fue tan prolífica como la de su familiar, tiene ciertos hitos de los que presumir. No todos son tetracampeones de la Liga Tucumana con cuatro clubes distintos ni tienen un ascenso al Federal A con Central Norte, uno de los grandes representantes norteños. Pero su historia no termina allí, Patricio tiene un título que pocos poseen: es Contador Público Nacional.
Si bien siempre fue un apasionado del deporte, Patricio ingresó al fútbol a los 12 años en un equipo del barrio Gráfico 2. Según cuenta, un vecino llamado Enrique Gómez fue el causante de que iniciara su camino en el fútbol. “Era una liga independiente y nos cruzábamos con los chicos dirigidos por la ‘Mocha’ Adela, otro de Los Ralos, un combinado de Experimental”, dice. El siguiente paso fue inscribirse en un club. Así llegó a formarse en las inferiores de Argentinos del Norte, aunque a los 15 años se cambió a UTA. “Un año después debuté en Primera. Ese fue mi primer gran logro”, indica.
La relación con Boca
Juan, por ese entonces, ya había llegado a vestir la camiseta azul y oro. Aunque la explosión del apellido Krupoviesa se daría después del Superclásico del 26 de marzo de 2006 jugado en La Bombonera. En una contra encabezada por Rodolfo Montenegro, el defensor tucumano lanzó una patada para frenar el avance del volante de River. “Él fue una motivación extra para ingresar en el mundo del fútbol. Intenté igualar sus pasos, pero era muy complicado porque son pocos los que pueden jugar en la Primera del club más grande de Argentina”, comenta. “Siempre está el “mangazo” de mis amigos. Me piden un shorcito, una pechera… Lo que sea me piden”, añade.
¿Qué hizo para imitarlo? Patricio se sumó a la cantera de Boca en 2007, aunque no logró llegar a la Primera del club. El defensor define a la competencia como “extrema” y “constante”. Todos quieren ganarse el derecho de vestir la camiseta del “Xeneize”. Y, pese a la decepción, recuerda que compartió cancha con varios futbolistas que jugaron en La Bombonera. “Si bien eran una categoría más chica, compartí con ‘Pichi’ Erbes, Nicolás Colazo, Ezequiel Muñoz y Gastón Sauro”, recuerda sobre aquellos años en Casa Amarilla.
Los estudios
Con el pase en su poder, el central regresó a Tucumán para jugar en UTA y consiguió el primer logro de su carrera: el Anual de 2009. Pero, más allá de la sensación de victoria, lo que más capturó su atención fue la intensidad con la que se jugaba en las categorías inferiores. “No se mezquina nada y eso hace que el juego sea más bruto. Cada jugador se juega su sueldo, y muchos tienen al fútbol como único ingreso. Saben que, si quedan afuera en las primeras fases, dejan de cobrar”, opina.
Luego repitió el campeonato tucumano tres veces más: con Villa Amalia (2010), Sportivo Guzmán (2011) y Unión del Norte (2021).
La situación económica lo llevó a prestar mayor atención a su carrera profesional. Patricio cuenta que había comenzado la carrera de contabilidad en Buenos Aires, pero que empezó a darle más importancia una vez que se mudó a Tucumán. “Me recibí en 2018. Me tardé varios años, pero lo logré con sacrificio y esfuerzo. La sensación fue increíble”, señala.
En la actualidad, el defensor ejerce la profesión de manera independiente y trabaja para la Municipalidad de Burruyacu.
El paso por Salta
Central Norte, de Salta, es uno de los clubes a los que más cariño le guarda. El defensor llegó en un momento de crisis del “Cuervo” y sufrió varias pálidas como la final perdida frente a Huracán Las Heras, de Mendoza, en el Argentino B de 2016. Aunque tres años después tendría revancha y experimentaría la sensación de ascender con uno de los equipos más grandes del norte en aquella recordada final contra Guaraní Antonio Franco. “Fue la primera vez que vi al Martearena llenó de hinchas salteños alentando a un equipo de la provincia. La sensación fue única”, dice.
La pandemia merece un párrafo aparte. Tras el inicio de la cuarentena, Krupoviesa regresó a Tucumán y se instaló en la provincia. “Después de varios meses, nos convocaron a entrenar en la Liga Salteña. En ese momento, sufrí un golpe en la rodilla que me marginó tres meses. Por eso decidí rescindir el contrato e instalarme de manera definitiva en Tucumán para ejercer como contador”, cuenta.
El sueño actual
Ese no sería el capítulo final de la historia de Patricio en el fútbol. La oportunidad de jugar en Unión del Norte apareció, y el defensor no quiso desaprovecharla. Y, si bien ya sabe lo que es ganar un título con el “Cuervo”, anhela con lograr el ascenso al Federal A.
“Tucumán siempre tiene los equipos más competitivos del Regional. Este año, creo que los cuatro representantes provinciales son los más fuertes junto a Altos Hornos Zapla y Talleres de Perico. Creo que este tiene que ser el año que uno de nosotros ascienda. Quedamos muy atrás del resto de las provincias”, concluye, con la esperanza de que Unión del Norte dé el batacazo en esta edición del Regional Federal Amateur.