Sava improvisó y Atlético Tucumán lo terminó pagando con la eliminación de la Copa Argentina

Sava improvisó y Atlético Tucumán lo terminó pagando con la eliminación de la Copa Argentina

El entrenador propuso varios cambios y el equipo prácticamente no hizo pie en cancha. La defensa se mostró frágil y Gimnasia se impuso por 2-1.

Foto de Javier Escobar - Especial para La Gaceta Foto de Javier Escobar - Especial para La Gaceta

Facundo Sava jugó al misterio y guardó sus cartas hasta último momento de cara al duelo con Gimnasia por Copa Argentina. Finalmente sorprendió con varios cambios y un esquema diferente al que había propuesto en la visita de Atlético Tucumán a Talleres.

Matías Orihuela se ubicó como un central improvisado ante la ausencia de Nicolás Romero (expulsado frente a Defensores de Belgrano) y el doble “5” que suele salir de memoria (Acosta-Sánchez) esperó en el banco. Castro Ponce y Nicolás Castro fueron los encargados de formar la dupla de volantes que intentó cortar los circuitos de gestación de juego del “lobo”.

Entre el campo de juego (en mal estado) y la movilidad de Agustín Bolívar y Rodrigo Saravia, el “decano” perdió juego y la pasó mal en varios tramos del partido.

Durante los primeros 45’ todo fue de Gimnasia. El uruguayo Méndez también cambió el esquema (puso tres centrales), un volante central fijo (Bolívar), y laterales volantes que le dieron amplitud al ataque y colaboraron constantemente en defensa.

Esto, claramente, fue un problema sin solución para el equipo de Sava, y el que la pasó peor fue Agustín Lagos. El lateral durante casi todo el partido se vio desbordado por Benjamín Domínguez, la figura del partido.

Luego de un primer tiempo intrascendente para el ataque “decano”, en el complemento Sava sacó a Castro Ponce y mandó a Coronel al campo. Con esto, Justo Giani retrocedió unos metros y se convirtió en el cuarto elemento del medio campo por izquierda, obligando a Joaquín Pereyra a jugar más cerrado. Pero el juego tampoco mejoró. Gimnasia fue ampliamente superior a Atlético. El palo, en tres ocasiones, salvó a Durso (quién también tuvo muy buenas intervenciones).

Pese a ello, con voluntad y casi sin juego asociado el “decano” se mantuvo con vida hasta el final, hasta que Nicolás Colazo puso el 2-1 que le quedó bien al juego porque el “lobo” se mostró feroz y coqueteó toda la noche con la victoria.

El experimento de Orihuela como marcador central no dio buenos resultados y la defensa se mostró débil ante cada ataque platense. Francisco Flores fue uno de los peores de la cancha, con errores que terminaron costando caro. El “mix” que propuso Sava no rindió y si el “decano” se mantuvo con vida hasta el final fue sólo por la impericia de Gimnasia a la hora de definir.

Es un golpe duro para Atlético, que tiene tres partidos por delante ante del receso; momento en el que en 25 de Mayo y Chile deberán salir con todo al mercado de pases para no pasar sobresaltos.

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