30 Marzo 2024
Todas las vicisitudes que el cultivo de soja pasó en el país, pusieron en duda sus resultados, pero lograron disiparse a medida de que pasó el tiempo y se lograron los primeros resultados.
La cosecha en la zona núcleo comenzó y los resultados están siendo aceptables y bastante buenos. Así lo expresa un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).
Se lleva algo más de un 3% del área cosechada de soja de primera. En las áreas más favorecidas por las lluvias, el rinde promedio alcanza los 44 quintales por hectárea (qq/ha), un numero cuasi afortunado.
Sin embargo, no todo es color de rosa en el sector. Así como la chicharrita está haciendo estragos en el maíz, la soja sufre las consecuencias de un clima cambiante, que deja en algunas regiones un nuevo problema para anotar en la libreta del productor.
En muchos lotes muy afectados por el calor se ve una retención de hojas verdes, lo que da problemas de calidad, debido a que apareció un hongo que afecta el grano. Esta situación derriba el promedio de rendimientos exhibido precedentemente; incluso lo lleva a promedios por debajo de los 35 qq/ha.
En las áreas más afectadas por las últimas lluvias, aún había esta semana productores sin poder llegar a los lotes, mucho de ellos encharcados. Se prevé grandes problemas para que se pueda cosechar y trasladar los granos a los acopios, debido a la falta de piso. “Será un desafío enorme. Se tendrá que embolsar en muchos casos”, sostienen los productores, principalmente del sur de Santa Fe y del norte bonaerense.
El área que mayor carga de agua recibió fue, paradójicamente, una de las más castigadas por la sequía. Y empiezan a verse mejoras en los niveles de agua freática, lo que no deja de ser una buena noticia, ya que da excelentes posibilidades para pasturas y cultivos de invierno, como el trigo, cuando la falta de agua típica del invierno es muy temida; y más aun con una “Niña fuerte” amenazando a la próxima campaña gruesa.
El otoño comienza con reservas de agua más que satisfactorias en la mayor parte de la región pampeana, incluso con excesos puntuales en el sudeste de Santa Fe, sur de Entre Ríos, centro y extremo noreste de Buenos Aires.
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