Sexualmente hablando: el mismo placer

Sexualmente hablando: el mismo placer

Sexualmente hablando: el mismo placer

En relación a la vivencia del placer sexual en hombres y mujeres, podemos encontrar algunas respuestas en la mitología griega, en la historia de Tiresias, el adivino ciego de la ciudad de Tebas. Siendo joven, Tiresias se paseaba por el Monte Cilene cuando sorprendió a dos serpientes apareándose. Las separó y golpeó a la hembra con una vara, por lo que esta lo castigó, convirtiéndolo en una mujer. Siete años más tarde, al presenciar un episodio similar, volvió a intervenir, matando esta vez al macho y recuperando así su condición de varón.

El hecho de haber vivido en cuerpo de hombre y de mujer en una misma vida, le ganó a Tiresias el respeto de los dioses. Y por este motivo fue convocado al Olimpo para arbitrar en una discusión entre Zeus y Hera acerca de quiénes experimentaban más placer sexual: los hombres o las mujeres. Al parecer Hera le recriminaba a Zeus sus reiteradas infidelidades, mientras este argumentaba que, a causa del mayor disfrute femenino, ellos estaban habilitados a tener más encuentros.

Tiresias no dudó en su respuesta: los hombres gozaban una décima parte de lo que lo hacían las mujeres. Esta declaración enfureció tanto a Hera que lo castigó dejándolo ciego (aunque Zeus se compadeció, otorgándole la videncia y una larga vida).

¿Qué dice la ciencia?

Pero, ¿qué dice la ciencia? Los estudios sugieren que el orgasmo masculino y el femenino (o de las personas con pene y con vulva), tienen mayores similitudes de las que cabría suponerse. Ya hace un buen tiempo, en 1976, los investigadores E. B. Vance y N. N. Wagner registraron las sensaciones descriptas por 24 mujeres y 24 hombres, estudiantes de psicología de una universidad norteamericana. Luego, cuidadosamente dejaron de lado toda mención a partes específicas del cuerpo y se las presentaron a un grupo de 70 ginecólogos, urólogos, psiquiatras y psicólogos, a ver si podían identificar su procedencia. ¿Cuál fue la conclusión

Según informaron Vance y Wagner en “Archivos del comportamiento sexual. Descripciones escritas del orgasmo: un estudio de las diferencias sexuales”, solo a través de conjeturas las personas serían capaces de determinar cuáles descripciones correspondían a los hombres y cuáles a las mujeres.

En una palabra, a pesar de las diferencias corporales y algunos eventos neuronales diferentes al momento del orgasmo, las descripciones de mujeres y hombres sobre la sensación básica del orgasmo son indistinguibles entre sí.

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