La pelota sigue rodando en la pantalla con un claro ganador

La pelota sigue rodando en la pantalla con un claro ganador

“Muchachos” se impuso en la pelea entre los documentales sobre la consagración argentina en el mundial de fútbol de Qatar. El sentido de los relatos épicos como constructores de contenido. Estadística.

“MUCHACHOS”. La producción basada en un cuento de Hernán Casciari fue la gran preferida por el público en las salas de cine de todo el país. “MUCHACHOS”. La producción basada en un cuento de Hernán Casciari fue la gran preferida por el público en las salas de cine de todo el país.

El fanatismo argentino y la recurrente intención de construir polémica se filtró apenas se supo que había en producción dos películas sobre el triunfo de la selección nacional de fútbol en el Mundial de Qatar. La gesta que unió a un pueblo en las calles (salvo excepciones de quienes no comparten la pasión deportiva) se expresó en la pantalla con dos propuestas: en vez de pensar en la diversidad de relatos, se buscó potenciar la tensión entre “Muchachos, la película de la gente”, con Guillermo Francella como narrador, y “Elijo creer: la película de la selección”, con Ricardo Darín en ese mismo rol. Hasta en la evocación de una celebración apareció la grieta.

Esa disputa se zanjó con un clárísimo ganador. “Muchachos...” arrasó en las salas del país, según el relevamiento del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa): hasta fines de 2023 la había visto 893.000 personas (seguro que ya superó holgadamente el millón, pero el Incaa no tiene actualizadas las cifras, en este proceso de transición y achique) con lo cual además fue el filme argentino más visto del año, mientras que su rival sólo convocó a 443.000 espectadores. “Elijo creer...”, en tanto, apostó este mes a su paso al streaming de HBO Max.

El protagonismo está lejos de recaer en las voces de quienes tienen la responsabilidad de contar una historia ya conocida por todos. La carga es desafiante: ¿cómo mantener la energía, la expectación, el interés y el entusiasmo cuando se sabe qué pasó y cómo termina? La respuesta discurre por dos caminos distintos.

Por un lado, un guión narrativo que permita ir llevando el relato con giros sorpresivos. Así, “Muchachos...” se asienta en el cuento “La valija de Messi” de Hernán Casciari con la dirección de Jesús Braceras a partir de los aportes populares de hinchas; mientras que “Elijo creer...” lo hace sobre testimonios desconocidos de los jugadores y el cuerpo técnico (a partir del acuerdo de la productora que lidera Gonzalo Arias con la AFA, por lo que considerado como “un filme oficial”). De allí que la primera complete su título con la referencia “de la gente”, mientras que la otra haga foco en Lionel Scaloni, Lionel Messi y el resto del equipo.

Por el otro, las imágenes exclusivas que diferencien cada producto del otro y, especialmente, de todo lo visto hasta ahora. En ese sentido, “Muchachos...” se construyó visualmente con lo enviado por cientos de miles de argentinos anónimos e influencers de todo el mundo que grabaron sus reacciones (un nivel y cantidad de registros imposible de pensar en cualquier otro momento históricos del desarrollo tecnológico) más filmaciones de la FIFA; en tanto que “Elijo...” supo aprovechar al máximo la exclusividad de su acuerdo con la AFA para acceder a rincones reservados desde donde tener grabaciones inéditas.

“ELIJO CREER”. La película oficial de la AFA sobre el mundial de Qatar. “ELIJO CREER”. La película oficial de la AFA sobre el mundial de Qatar.

La primera es una realización de la compañía Pampa Films con el grupo Disney; mientras que la otra responde al Grupo Octubre del sindicalista de los conserjes de edificio Víctor Santa María (posee además el diario Página/12, el cable con IP Noticias y la TV de aire Canal 9, entre otros medios).

Si se pretendiese sintetizar al extremo, mientras la primera apunta a lo colectivo masivo, la restante se centra en el interior el equipo que tantas alegrías dio, y que justificó el festejo de todos. En ese sentido, una se filtró desde el vamos como un filme popular (en cuanto representatividad), mientras que la otra, como la historia oficial.

Pero, como queda claro, ambos aspectos son indivisibles cuando uno es motivo indispensable y excluyente de lo otro: sin triunfo construido por simples mortales que tienen el toque mágico de la destreza en sus piernas (y manos, no olvidar a Emiliano Dibu Martínez), los argentinos no hubiesen llenado plazas y calles eufóricos.

La emotividad en las propuestas impide ser un espectador pasivo en la plate. En cada proyección se invita a dar gritos de gol, aplausos por jugadas memorables, cánticos de cancha, abrazos con desconocidos, camisetas transpiradas y el resto de la parafernalia que integra un escenario futbolero. La pretensión es que sea imposible quedarse callado o quieto, y los realizadores lo saben; lejos de buscar aquietar los ánimos, cada cuadro de las películas lo exacerbarán hasta la apoteosis de la victoria final y de los festejos masivos posteriores.

Es que el objetivo de ambas películas no pasa por el pensar sino por el sentir. En definitiva, ese es el propósito de todo planteo de relato épico, como el que se presenta en los dos filmes. En tanto constructor de contenido, este género narrativo se asienta en resaltar la importancia de un acontecimiento como una hazaña de difícil o improbable concreción; el valor de un héroe como líder; la superación de graves adversidades que ponían en duda la victoria, con dosis dramáticas; el impacto de lo logrado para el engrandecimiento de un pueblo y la emoción como propósito final. Así, la narración circula en tiempo pasado, con el narrador omnipresente (que no fue protagonista principal de lo sucedido sino el que lo cuenta) fuera de la vista del público, y con una mezcla entre lo real con elementos descriptivos propios de lo fantástico.

Tanto Francella como Darín ratifican en sus palabras la emotividad de lo que se verá en los cines.

“Ponerle mi voz a este maravilloso proyecto me hizo revivir cada momento de ese diciembre atípico que quedará para la eternidad en nuestra piel. Festejar con calor, sentir como en las calles se replicaba la emoción que venía desde cada estadio, con abrazos entre desconocidos, unidos en una única pasión y la 9 de Julio colmada de punta a punta, son algunas de las cosas que quedarán guardadas para siempre en nuestra memoria y que están visibles en esta película que nos invita a repetir sin parar”, confiesa Francella.

“Había una vez un sueño cumplido. Un día en el que absolutamente todos los habitantes de un país fuimos felices. Un día en el que nuestros corazones latieron y vibraron al mismo ritmo. Hubo un día en el que el equipo del pueblo volvió a casa y en una peregrinación interminable encontró su tierra prometida. Hubo un día en el que un Mesías bajó del cielo a la tercera estrella. Hubo un día en el que le rendimos tributo a un equipo de espíritu indomable. Y fuimos felices por ellos, con ellos, gracias a ellos”, comienza su relato Darín.

La pelota rueda sin cesar.

Otras producciones deportivas

Antecedentes redondos

La selección nacional de fútbol ya fue protagonista de documentales previamente a los dos estrenos de hoy. Y si nos referimos a los logros más allá de los contextos, “La fiesta de todos”, dirigida por Sergio Renán, es referencia ineludible de lo vivido en 1978 con claro tono apologético, mientras que el revisionismo  atraviesa “Mundial 78. Verdad o mentira” y “La otra cara del Mundial 78”, producido por Mario Pergolini y Gonzalo Bonadeo, por citar ejemplos extremos. Haber triunfado en México ocho años después también quedó registrado en celuloide: figuran en la lista “Héroes”, dirigido por el británico Tony Maylam; “El campeón imposible”, de Javier Novoa; “La historia detrás de la Copa”, con la dirección de Christian Remoli; y “El mundial de Dios”, entre otras y aparte de todo lo registrado sobre el imborrable gol con la mano. Ya en lo contemporáneo a la Scaloneta, el año pasado Netflix estrenó “Sean eternos: campeones de América”, miniserie de tres capítulos sobre la consagración de 2021 frente a Brasil en el Maracaná; seguida de “Selección argentina: Camino a Qatar”, con seis episodios que van desde la Copa América hasta la clasificación, pasando por la Finalissima contra Italia en Inglaterra. Adidas lanzó hace seis meses “Alta en el cielo”, acerca del triunfo mundialista. Y Leo Messi tiene sus propias producciones como ser “Mundo Leo”, en DeporTV; “‘Messi, en primera persona”, en Star+; “Messi, el documental”, en Netflix o el reciente “Lionel Messi: Destiny”, entre muchos más. Por aparte, hay numerosas películas o series sobre Diego Armando Maradona (cualquier mención sería injusta con las que no figuren), Carlos Tévez, Diego Simeone, Carlos Salvador Bilardo y los principales clubes del país, con sus historias o sus hitos más memorables, para limitarnos sólo a lo argentino.

Quienes marcaron una era

Hubo muchos otros deportistas que dejaron su huella indeleble y se ganaron su película. “Lucha: jugando con lo imposible” (foto) está dedicada a una de las mejores jugadoras de hockey de todos los tiempos, Luciana Aymar, con un repaso por su carrera; del mismo modo que “Vilas: serás lo que debas ser o no serás nada”, sobre el Gran Willy, que mereció largamente lucir el número 1 del ranking del tenis mundial (sobre este deporte se puede ver además “Juan Martín del Potro, el último match point”). Con una referencia a su vida privada, aparece “Furia: Las peleas de Carlos Monzón” dentro de una amplia nómina de filmes sobre boxeadores, en la que figuran las dedicadas a Ringo Bonavena y Maravilla Martínez. Recientemente se estrenó “Agustín Tapia: Hacia la cima”, sobre el catamarqueño coronado como el mejor jugador de padel del globo. Y también vale mencionar a Jean Maggi con “El límite infinito”, el deportista argentino que sufrió parálisis infantil y subió el Himalaya con equipo adaptado.

La pelota sigue rodando en la pantalla con un claro ganador

El camino al oro

No sólo de la gloria futbolística vive el deporte argentino. El básquet también firmó páginas exitosas y hay documentales que se abocan a esta disciplina, como “León, reflejos de una pasión”, dedicada al gran revulsivo en estas tierras, León Najnudel, el creador de la Liga Nacional que le dio lustre a la Generación Dorada, que tuvo su propia película tras ganar las Olimpíadas en 2004 con “Jugando con el alma” (su referente, Emanuel Ginóbili, fue protagonista central de varios documentales).

Pilotos en tierra y en mar

“Una vida de velocidad” resume la trayectoria de Juan Manuel Fangio en tiempos en que subirse a un auto de Fórmula Uno (y además competir para ser cinco veces campeón) era sinónimo de jugar con la muerte sobre cuatro ruedas. Otro filme sobre el Chueco es “Fangio, el hombre que domaba las máquinas”. La existencia de Vito Dumas inspiró a Rodolfo Petriz para inmortalizarla en “El navegante solitario”, donde contó sus irrepetibles aventuras marítimas alrededor del planeta, incluso en tiempos de guerra mundial. Por aparte, desde el Estado Canal Encuentro tiene online sus cortos “Deporte argentino”, 26 episodios de 30 minutos cada uno que recorren un amplísimo espinel, llegando hasta las bochas, mientras que la oferta de DeporTV tiene títulos como “Escuela de boxeo”, entre muchos otros. Y las listas aportadas se limitan a los documentales, sin abordar la ficción.

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